Hasta los años 90’ fue la única conexión para los habitantes de Coirón y Punta Nueva con la ruta D-835 que lleva a Salamanca y Chillepín. Cruzar el río Choapa a través del único puente colgante significó para los lugareños de estos sectores tener acceso a la salud, educación y al comercio, y también una oportunidad para conocer a sus futuras familias.

Fue el caso de Aquiles e Hilsia. Él de Chillepín y ella de Coirón, se conocieron siendo unos adolescentes en la gran posa de agua que se formaba bajo este puente. Así surgió el amor al alero del puente colgante, ese de viejos durmientes y tensores de acero, que fue el nexo y testigo silencioso de su amor.

Han pasado 25 años de aquello, y a pesar que la mañana hoy es fría, por la leve llovizna que cae en el sector, Aquiles volvió a tomar de la mano a su mujer y cruzar lentamente este puente. Eso sí, esta vez lo hicieron acompañados de Gonzalo, su primer nieto. “Para nosotros es como el puente del amor”, dice él, con un dejo de romanticismo y nostalgia. “Este puente lo cruce cientos de veces; a pie, en bicicleta o a caballo, porque era el único paso que tenía para llegar a Coirón y ver a mi polola”.

Hoy lo caminan como si fuera un día de aquellos, pausado y sin contratiempos, como tratando de retroceder el tiempo. Es que la reconstrucción de este puente era esperada desde hace 4 años, no solo por ellos, sino también por los cientos de habitantes del valle alto de Salamanca y el municipio local. Un voraz incendio destruyó el 90% de su estructura, dejando en el recuerdo lo importante que había sido para todos.

Incendio y reconstrucción

A las 12 con dieciocho minutos del martes 1 de noviembre de 2011, bomberos de Salamanca eran alertados de un incendio forestal. Agresivas llamas en la ribera sur del río Choapa amenazaban con llegar hasta la estructura del puente. Pese al apoyo de las unidades de bomberos de Illapel y Los Vilos, además de un equipo de emergencia de Minera Los Pelambres, no impidieron el desastre.

En tan solo minutos se perdía una arquitectura que se encontraba en proceso de postulación a Monumentos Nacionales. Las cenizas y tensores colgando a la deriva eran la nueva postal de este puente. “Con el incendio creo que se quemó el patrimonio mismo”, comenta Jorge Saldívar, profesor e historiador local. “Hoy uno siente nostalgia por ese antiguo puente”, agrega esta persona que en infinidades de veces tuvo que servir como guía para turistas de distintas partes del mundo.

Y fue precisamente esa nostalgia y funcionalidad vital de conexión que llevó al municipio local junto a los vecinos del sector solicitar el apoyo de Minera Los Pelambres y de la Dirección Regional de Vialidad para reconstruir y recuperar este ícono local. “Como MOP, a través de Vialidad, concurrimos con el cofinanciamiento, todo ello, mediante una inversión de más de 190 millones de pesos, donde el MOP aportó el 26% de dicho monto y el 74% restante fue aportado por la minera”, detalla Mirtha Meléndez, Seremi de Obras Públicas.

“Este es un proyecto histórico”, dice Eric Castro de la Gerencia de Asuntos Externos y Sustentabilidad de Minera Los Pelambres. “A través de este tipo de proyectos y símbolos de la comuna se desarrollan diversas historias y estas historias son importantes porque son el alma del desarrollo de un pueblo, y esas cosas son las que no se tienen que perder. Finalmente apuntamos a mantener en parte la infraestructura pero también a mantener esos legados que son para las futuras generaciones”, enfatiza el ejecutivo.

Un dato no menor compartido por historiadores e investigadores dice relación con su característica de tipo colgante, el cual lo eleva a ser el único puente con esta particularidad existente en la zona norte de nuestro país. Antecedente que la propia seremi de OO.PP ratifica, “por ello la relevancia de esta alianza pública-privada para su restauración y puesta en servicio, no solamente como una alternativa de conectividad, sino que además por su valor histórico y patrimonial”, sostiene Meléndez.

Pero para Aquiles y para Hilsia, como para tantas otras parejas, esta nueva obra constituye más que esa particularidad técnica y estructural. Pese a que no hay dibujados corazones, dedicatorias de amor, ni candados que sellen una relación, el puente para ellos es el símbolo del amor, de una relación que ha perdurado por 25 años y que pretenden seguir cultivando en este nuevo puente que se niega a desaparecer.( Fuente: Los Pelambres )