La Cámara de Diputados aprobó recientemente el proyecto del Gobierno que extiende y perfecciona la Ley 20.365, que entrega una franquicia tributaria a las constructoras que instalen sistemas solares térmicos en viviendas nuevas hasta UF 3 mil. Esta iniciativa fue ingresada el 30 de septiembre de 2014 a la Cámara Baja, junto a otros dos proyectos relacionados con el tema energético. Según explican en la entidad gremial Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol), el proyecto incluye una franquicia para viviendas de entre 1.000 y 3.000 mil UF y un subsidio directo para viviendas sociales. La primera, señalan, se entregará a través de la empresa constructora (al igual que la ley original) con beneficios al 100% en viviendas entre 1.000 y 2.000 UF, para lo cual se han dispuesto US$ $45 millones. Los dos primeros años el valor a asignar será de 33 UF por vivienda unifamiliar y 26,5 UF para multifamiliares. Luego la curva del aporte irá descendiendo a partir del tercer año, por lo que el aporte completo solo se mantiene dos años. Para las viviendas sociales, la inversión será similar, con un subsidio directo que permitirá que sus beneficiarios en muchos casos puedan contar por primera vez con agua caliente. «De hecho, uno de los objetivos de la ley 20.365 -promulgada durante el primer gobierno de Michelle Bachelet- fue enfrentar las cifras del Censo del 2002, que señalaban que un 47% de los chilenos carecía de este beneficio tan importante para la calidad de vida», indican en Acesol. El proyecto para perfeccionar la ley también contempla la obligación de que la empresa instaladora firme un contrato de mantención por 5 años, para asegurar que el sistema funcione en óptimas condiciones durante todo ese tiempo. Según explican en Acesol, seguir con la vigencia de la ley 20.365 traerá diversos beneficios, «pues permitirá seguir madurando el mercado de la energía solar térmica residencial, convenciendo a las constructoras de que es un valor agregado a sus proyectos el que cuenten con un sistema solar». A su vez, indican, «los beneficiados del sector de viviendas sobre UF 1.000 lograrán ahorros de unos $160 mil al año, y los beneficiados del sector de viviendas sociales podrán contar con agua caliente gratis, lo que les cambiará radicalmente su calidad de vida». Indican en la organización que la ley 20.365 apuntaba a fomentar el uso de ERNC y tecnologías limpias.
«En cada vivienda que se instala con SST se dejan de producir 16 toneladas de CO {-2} en su vida útil. Además, esta franquicia aporta a la reducción de los combustibles derivados del petróleo: cada casa con SST evita 7.000 m {+3} de gas licuado», asegura.
Según explica Andrés Bogolasky, presidente de Acesol, «ahora solo falta que el proyecto pase por el Senado, que esperamos lo apruebe sin mayor problema, dado su apoyo transversal. La promulgación de esta ley permitirá que nuevamente miles de familias puedan contar con agua caliente gratis, además de reactivar nuestra alicaída industria, con graves problemas desde que en diciembre del 2013 dejó de regir la ley original. Pero nos preocupa el que cada día que pasa es uno menos de vigencia para el corto período de dos años en que está programada la franquicia con aportes totales. El proyecto señala que la ley empezará a regir desde el 1 de enero de 2015», afirma.
Nuevo impulso
Señala Andrés Bogolasky que la aprobación de esta ley permitiría retomar el positivo crecimiento que tuvo el uso de energía solar térmica hace algunos años.
«La franquicia tributaria para sistemas solares térmicos en viviendas nuevas hasta 4.500 UF permitió el mayor despegue que ha tenido esta industria en nuestro país. Entre el 2010 y diciembre de 2013 -fecha en que dejó de regir-, gracias a esta ley, se dio un gran desarrollo, que permitió que 41 mil familias, según datos de la SEC, puedan contar hoy con agua caliente gratis. Nunca se habían instalado tantos colectores solares en toda la historia. Esta política fue muy bien evaluada por diferentes organismos, como el estudio de rentabilidad social realizado por el Ministerio de Desarrollo Social y ratificado por el Ministerio de Energía, y la evaluación de los usuarios y el sistema que hizo el Ministerio de Energía en conjunto con el PNUD, ambos con resultados muy positivos».
Añade que «el despegue de esta industria también permitió el desarrollo de capacidades técnicas que no existían, una producción nacional de colectores solares que hoy está detenida y aprovechar el gran potencial energético que tiene nuestro país con ahorros anuales promedio de $150 mil en combustibles fósiles para cada uno de sus beneficiarios».
El dirigente gremial cree que «las mismas inmobiliarias que apoyaron la primera franquicia estarán dispuestas a apoyar esta segunda parte. Hemos visto que en su momento se dieron cuenta de que la inclusión de estos sistemas entrega un valor agregado a sus proyectos. Sin embargo, no han estado dispuestas a incluirlos dentro de sus costos, lo que creemos debería cambiar si logramos que madure el mercado».( Fuente: El Mercurio )