Minera Candelaria utiliza un 100 por ciento de agua de mar desalinizada para su proceso productivo

Desde el inicio de sus operaciones en 2013, la planta desalinizadora de minera Candelaria se ha convertido en ejemplo de una gestión hídrica eficaz que le ha permitido a la compañía eliminar el consumo de agua fresca para sus procesos industriales.

Esto significa que en la actualidad la empresa satisface con agua de mar desalinizada el 100% de sus requerimientos hídricos para la producción de concentrado de cobre.

 

Planta Desalinizadora

La Planta Desalinizadora de Minera Candelaria es una fuente hídrica sustentable para la empresa, reflejo de su permanente compromiso con una minería responsable. De hecho, fue la primera instalación de este tipo que se construyó y entró en operaciones en Atacama.

La planta, que se encuentra ubicada al interior de las instalaciones del puerto Punta Padrones en Caldera a más de 100 kilómetros de las operaciones, tiene capacidad para producir 500 litros por segundo de agua desalinizada y utiliza tecnología de última generación para convertir agua de mar en agua de calidad industrial a través del proceso de osmosis inversa, para abastecer las operaciones del distrito minero en Tierra Amarilla.

La instalación comenzó a operar en 2013 y un hito importante es que desde agosto de 2015 es operada y mantenida por personal propio de minera Candelaria. A partir de este año, los requisitos hídricos del distrito están siendo abastecidos exclusivamente con agua desalinizada.

De esta manera la compañía hace realidad su compromiso de desarrollar una operación segura, respetuosa del medio ambiente y en armonía con la comunidad, en el marco de su Sistema de Gestión de Minería Responsable.

 

Exitosa auditoría ambiental

Durante noviembre se desarrolló la auditoría ambiental independiente a las operaciones de la planta desalinizadora de la compañía.

La auditoría, desarrollada por la empresa POCH – WSP, se realiza cada año y consideró un recorrido por las distintas instalaciones de la planta, para posteriormente realizar una revisión documental de los antecedentes asociados al cumplimiento de los requerimientos establecidos en la RCA N°129 de 2011. De igual modo, consideró una visita a terreno para revisar en detalle el estado de la línea eléctrica, el acueducto y las piscinas de contención, entre otras áreas.

Tras la revisión, no hubo hallazgos por parte de los auditores, lo que deja en evidencia el trabajo responsable y profesional realizado por el equipo que opera dicha instalación.

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