Desafíos pendientes: ERNC y minería

La minería consume el 13% de la energía eléctrica generada en el país y por su naturaleza es una actividad que funciona 24/7, los 365 días del año y requiere contar con 100% de disponibilidad.

Los precios monómicos de la electricidad proveniente de fuentes fósiles en el último quinquenio han disminuido considerablemente. Sin embargo, a partir de 2015, los precios provenientes de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) han llegado a ser muy competitivos, producto del alto desarrollo tecnológico experimentado en los últimos años. Incluso, dichos precios son menores que los de las fuentes tradicionales.

Las ERNC provenientes del sol y el viento presentan factores de planta cercanos al 40% en los mejores casos, y no cuentan con un sistema de respaldo para aquellas horas donde no se cuenta con dichos recursos. Por ello, en esta primera etapa de transición hacia las ERNC, es imprescindible garantizar a la industria minera que va a poder funcionar 24/7.

En la actualidad, para brindar continuidad en las operaciones mineras, las plantas solares y eólicas necesitan respaldar la generación con plantas de combustibles fósiles, en cuyo caso debe considerarse el costo de la planta solar y la planta tradicional operando en condiciones alternadas.

Por ello, en el futuro, la oferta de energía debería empezar a evolucionar hacia el desarrollo eficiente de almacenamiento de energía, por ejemplo, a través de baterías, de concentración solar de potencia, de centrales energéticas solares de bombeo de agua, y en el largo plazo también, en la producción de combustibles solares como el hidrógeno. Este tipo de desarrollos tecnológicos contribuirán efectivamente al cambio de la matriz desde energías fósiles hacia ERNC y su almacenamiento.

Tenemos entonces que desarrollar las tecnologías asociadas a suministro continuo de energías renovables, para llegar a las capacidades requeridas y al precio que habilite el cambio de la matriz energética. Además, el traspaso a las ERNC va a requerir de una nueva mirada a los servicios complementarios de esos sistemas energéticos.

Por otro lado, habrá que continuar desarrollando redes de transmisión robustas -como la recientemente inaugurada interconexión SIC-SING- que permitan, en primer lugar, ir a buscar la ERNC en los sitios donde se genera, y al mismo tiempo faciliten la operación adecuada de los servicios complementarios de manera que los sistemas interconectados puedan operar en forma estable.

Enfrentamos una industria minera que opera sin descanso y con consumos relativamente homogéneos durante el día, lo que representa el principal desafío para las ERNC: el suministro continuo y estable. La inclusión y crecimiento de las ERNC en la matriz del país representan una gran oportunidad para la minería chilena, la que podría producir parte de sus cátodos, concentrados y subproductos minimizando la huella de carbono y convertirse en proveedores líderes y preferentes de productos de alto estándar y valoración en la economía del futuro.

(El Mercurio)

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