Codelco: Propuestas y oportunidades

En algo más de cuatro décadas de historia, Codelco ha aportado al Estado US$ 104.000 millones, de los cuales un monto cercano a los US$ 25.000 millones corresponde a aportes por concepto de la Ley Reservada del Cobre. Por otra parte, Codelco retiene solo un 20% de sus utilidades, porcentaje que se aleja del 39% que se observa en el resto de la gran minería mundial. Adicionalmente, a pesar de los importantes esfuerzos, la estatal continúa enfrentando dificultades por mantener los costos de producción a raya, lo que ha afectado sus resultados financieros.

En este contexto es necesario considerar el futuro de Codelco, particularmente sus ambiciosos planes de inversión, que solo hasta 2021 alcanzan los US$ 18.300 millones. Hasta hace poco, y producto de la caída del precio del metal rojo, el desarrollo de proyectos generaba gran incertidumbre. Sin embargo, las mejores perspectivas de precio para los próximos años han generado un mayor optimismo.

No obstante, el elevado endeudamiento de Codelco hace inviable financiar íntegramente alguno de los proyectos con deuda. De hecho, mientras en 2009 la deuda financiera neta de la estatal era de US$ 6.959 millones, al tercer trimestre de 2017 esta cifra ascendió a US$ 14.497 millones, incremento de 108% en menos de 10 años. ¿Qué hacer entonces?

En primer lugar, es necesario revisar los fundamentos y estructura que determinan los aportes de Codelco al fisco. Del mismo modo, el establecimiento de una clara política de reinversión permitiría que una actividad económica de largo plazo, como la desarrollada por Codelco, dependa menos de recursos provenientes del Estado. Lo anterior es relevante debido a la tentación de subcapitalizar la estatal y destinar los recursos a partidas con mayor visibilidad, especialmente en época de elecciones. Y también es necesario asegurar la máxima calidad técnica de las evaluaciones de los proyectos propuestos. Esto permitiría reducir las dudas en cuanto a la real necesidad e impacto de estos.

Lo anterior, sin embargo, no permite solucionar el problema de fondo: la dificultad de la estatal de «levantar» los recursos fiscales necesarios para invertir en los proyectos estructurales con miras a los próximos 30 años. Al elevado endeudamiento de la cuprera se suma la deteriorada situación fiscal, la que imposibilita que una fracción importante de los proyectos se financie mediante aportes de capital del Estado. Así, parece conveniente revisitar la opción de incorporar capitales privados a la compañía, sin afectar la calidad de controlado del Estado.

Tal opción no solo permitiría relajar las presiones financieras que enfrenta la empresa, sino también incrementar considerablemente nuestra futura recaudación fiscal, con las consiguientes consecuencias económicas y sociales. Por otra parte, el ingreso de privados podría contribuir a generar eficiencias en la gestión y gobierno corporativo, mientras que una eventual apertura en bolsa permitiría monitorear de mejor manera el desempeño de Codelco al compararlo con el de sus competidores (a través del precio de la acción).

Países como Francia, Brasil y Corea han incorporado recientemente a privados en la propiedad de compañías estatales por razones similares a las aquí descritas.

Una clara política de reinversión permitiría que una actividad económica como la desarrollada por Codelco dependa menos de recursos provenientes del Estado.

( El Mercurio)

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