Joanna Davidovich y productividad: “Me impresiona que los problemas siguen siendo los mismos y no avanzamos”

Estima que las agendas de productividad son a largo plazo y los distintos gobiernos deben continuarlas. Considera que se debe lograr una alza de la productividad de al menos 1% anual para aportar a un PIB de entre 4% y 5%.

 

Tras su retiro de la dirección ejecutiva de la Comisión de Productividad de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Joanna Davidovich, sigue ligada en iniciativas para que Chile aumente sus tasas de productividad y crecimiento. Y es que además de participar en directorios de empresas y de la Sociedad Chilena de Política Públicas, la economista que ocupó la dirección de la Oficina de Competitividad del Ministerio de Economía, en el gobierno de Sebastián Piñera, y que ahora como candidato lo asesora con ideas en materia de inversión y productividad, afirma que el diagnóstico de lo que se debe hacer está claro, por lo que llama a acelerar su ejecución.
¿Cuál es su evaluación sobre lo que ha avanzado el actual Gobierno en materia de productividad?

-La creación de la Comisión Nacional de Productividad y la obligación de preparar informes de productividad para los proyectos de ley son avances relevantes. Creo que la Comisión debe fortalecerse y lograr mayor independencia. Eso requiere que sea constituida por ley, con un presupuesto que permita un equipo técnico robusto y que no esté sujeta al ciclo político para tener total independencia en sus análisis y evaluaciones de las políticas públicas. Los informes que elabora la Comisión también son un avance, espero que continúen y se vayan perfeccionando.
¿Qué otros aspectos se podrían haber llevado a cabo en materia de productividad con cierta facilidad y quizás faltaron?

-El Gobierno elaboró una Agenda de Productividad, lo que de por sí es valioso porque demuestra priorización del tema y la comprensión de que es necesario reimpulsar la inversión, el emprendimiento y lograr mejoras de productividad para volver a crecer. Sin embargo, ese esfuerzo, fue menor al lado de las grandes reformas que hizo, que van en la dirección contraria. La reforma laboral por ejemplo, no tuvo el foco en los temas relevante para generar empleo, sino que se enfocó en fortalecer los sindicatos y creó más rigidez en el mercado del trabajo. Se debería haber incluido, por ejemplo, mayor flexibilidad para pactar horarios que requieren los jóvenes y las mujeres para poder trabajar, la capacitación y el desarrollo de competencias de las personas en un mundo en que la tecnología avanza vertiginosamente y que les implicará mayores desafíos en sus puestos de trabajo.

¿Las recomendaciones de la Comisión Nacional de Productividad deben ser vinculantes y por ende, ejecutadas por el Gobierno?

-No me parece que deban ser vinculantes. Es un órgano consultivo que entrega recomendaciones. Así también es la Comisión Australiana. Lo que sí considero relevante es que tenga suficiente autonomía e independencia para hacer sus recomendaciones y el Gobierno deba responder y fundamentar si no las recoge, especialmente en los temas en que el propio Gobierno haya mandatado a la Comisión para que emitiera sus recomendaciones.
Tras la polémica que se generó con el informe de productividad del proyecto de ley de pensiones, ¿Cómo se debería mejorar calidad técnica de este tipo de informes?

-Creo que la Comisión Nacional de Productividad puede tener un rol relevante ahí. Podría establecer lineamientos generales para que cada ministerio elabore su informe de productividad, es decir, establecer los estándares de los informes e incluso podría hacer una revisión ex post, una especie de control de calidad independiente.
¿Cómo ha visto las propuestas en materia de productividad de los candidatos presidenciales? ¿Cuál es la que más le ha llamado la atención?

-Creo que hay cosas interesantes y que la productividad se ha instalado como prioritaria. Me parece muy relevante reducir la burocracia, revisar y simplificar las regulaciones vigentes, así como reestructurar y agilizar el funcionamiento del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) como plantea el programa de Sebastián Piñera. Todos estos aspectos dificultan y encarecen severamente el emprendimiento y la inversión.
Hace tiempo que la productividad está instalada como tema principal en foros y debates, sin embargo, no a nivel político no se avanza con medidas concretas, ¿ a qué responde?

-Me impresiona que en general los problemas a resolver siguen siendo los mismos hace varios años y no avanzamos. Seguimos hablando hace años de la necesidad de mayor flexibilidad laboral, de mejor capacitación, de modernizar a los notarios, de flexibilizar regulaciones obsoletas como el transporte de carga, de eliminar barreras a la competencia en algunos mercados como el de transporte marítimo o el de medicamentos, o de mayor uso de la tecnología disponible para reducir estas barreras. Hay que ponerle acelerador a estos temas.
Una de las medidas del comando de Sebastián Piñera para elevar el crecimiento es reactivar los 8 proyectos de ley que quedaron pendientes de la Agenda de Impulso Competitivo, ¿cuánto ayudaría esto a la economía?

-Me parece buena idea reactivar esos proyectos y finalmente, concretar las medidas necesarias. En el Congreso quedaron en trámite varios proyectos de la Agenda Impulso Competitivo – reforma a notarios, cabotaje, adaptabilidad laboral de jóvenes, firma electrónica avanzada, entre otros – y de la Agenda Pro Inversión que no fueron priorizados en el actual Gobierno y dejaron de avanzar. Las agendas de productividad son con mirada de largo plazo donde cada gobierno debe construir sobre lo que recibe para poder avanzar. Incluso, la Comisión Nacional de Productividad instaurada en el actual Gobierno, en su primer trabajo recomendó reimpulsar todos estos proyectos, pero no han avanzado nada en su trámite legislativo.
En el programa de Piñera se plantea crear una Oficina de Competitividad, Inversión y Productividad, pero también dotar de autonomía a la Comisión Nacional de Productividad ¿Cuál sería la diferencia y cómo se relacionarían entre sí?

-Creo que son necesarias ambas instancias, una Comisión Nacional de Productividad fortalecida e independiente como órgano consultivo que hace estudios, y una Oficina de Competitividad intragobierno, como parte del Ejecutivo, que facilite la coordinación y correcta ejecución de las agendas de competitividad, para que las reformas que lleve a cabo eventualmente un futuro gobierno tengan una visión pro competitividad. Me parece que son dos roles muy distintos.
Finalmente, ¿va a haber una meta sobre cuánto debería crecer la productividad del país?

-Chile debe volver a crecer a tasas entre 4% y 5% para lograr progreso y mejorar la calidad de vida de las personas, como lo hizo en los últimos 30 años. Para eso requerimos que la productividad sume al crecimiento, actualmente no solo no suma, sino que resta. Debemos lograr incrementos de la productividad de al menos 1% anual y para eso hay que tomarse este desafío en serio y ejecutar las medidas necesarias.

Fuente: Pulso

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