Chile enfila el objetivo de obtener el 70% de su energía de fuentes renovables

Chile es una de las naciones en el mundo donde más se está fomentado la generación y uso de las energías renovables en sus diversas modalidades.

La meta oficial fijada para 2050 es obtener al menos un 70% de la producción eléctrica nacional de fuentes amigables con el medioambiente, léase solar, eólica, minihidro, geotermia, biomasa, mareomotriz, entre las principales.

Hace unos días acudimos junto a consultores de otros países a la segunda edición de la feria de negocio internacional IMEX Castilla-La Mancha 2017, en Ciudad Real. A ella acudieron 1.400 empresas divididas en dos jornadas, registrándose 1.220 contactos. Como expertos en Chile, atendimos sobre la treintena de reuniones, de 15 a 20 minutos cada una; en algún caso debido a lo escaso del tiempo hemos recibido la tarjeta de visita y fijado una conversación para esta semana. ¡Felicitaciones a los organizadores! Han hecho un gran trabajo.

Como sector estrella tuvimos el de renovables seguidas muy de cerca de alimentación y vinos, en un universo muy amplio de emprendimientos. Para los chilenos el interés y atractivo despertado por las potencias alternativas va mucho más allá de su coste reducido: son consideradas limpias y llevan aparejadas una mínima emisión de gases de efecto invernadero.

El origen, en Coquimbo

A modo de historia chilena de las energías renovables no convencionales (ERNC), cabe decir que los primeros proyectos ejecutados dentro de un marco dirigido a sustituir la obtenida a base de carbón y petróleo y de paso iniciar un cambio en la matriz energética (ME) se inician en el norte, con un emprendimiento eólico conocido como Canela, de 18,1 megavatios (MW), conectado al Sistema Interconectado Central (SIC) localizado en el área costera de la Región de Coquimbo. En cualquier caso, en 2001 se había puesto en operación el parque eólico Alto Baguales, con una potencia de 2 MW conectados al Sistema Eléctrico de Aysén. De vuelta en tierras coquimbanas, siguen Canela II (60 MW), Totoral (46 MW) y Monte Redondo (38 MW). Al interior de la provincia de Limarí, se levanta Punta Colorada (20 MW), con lo cual la potencia eólica instalada a mediados de 2010 era de unos 200 MW.

Hoy, la capacidad instalada de Chile alcanza los 22.999,50 MW. El 17,25% -es decir, 3.966,50 MW- corresponden a ERNC. De estas, la solar fotovoltaica pasó a la cabeza, con el 7,61% del total instalado, vale decir, 1.748,31 MW. Le sigue la eólica con el 5,68% o 1.305,45 MW. Biomasa, con el 2,02%, supone 463,16 MW. La minihidro (1,96%) representa 450,03 MW.

Según un reporte del Consejo Nacional de Energía (CNE), hay 30 proyectos ENRC en construcción a julio de 2017. De estos proyectos el 59% corresponden a solar fotovoltaica; un 23% a energía eólica; 13% a concentración solar de potencia (termosolar), y un 5% a instalaciones de centrales a través del sistema mini hidráulico de pasada.

A agosto de 2017 las ERNC en marcha han generado 7.455 GWh-año. La solar es responsable de 2.223 GWh/año; la eólica, 2.208 GWh/año; la biomasa, 1.792 GWh/año, y la minihidráulica de pasada, 1.232 GWh/año.

Aún lideran los fósiles

La composición de la ME a 2016 es la siguiente: carbón, 21%; gas natural, 21%; diésel, 14%; hidroembalse, 15%; hidráulica de pasada, 15%. Las ERNC representaban el 14%, desglosadas así: biomasa, 2%; eólica, 6%; solar FV, 6%. Para 2022 se prevé este escenario: carbón, 18%; gas natural, 18%; diésel, 11%; hidroembalse, 12%; hidro de pasada, 15%. Las previsiones para las ERNC son conseguir el 27%: biomasa, 2%; eólica, 13%; solar FV, 11%; geotermia, 0,2%, y solar CSP, 0,4%.

Por lo pronto, y a modo de guía para los buscadores de oportunidades de negocio e inversión, enunciamos algunos de los principales objetivos de la política energética para 2035. La interconexión de Chile con los demás Estados miembros del Sinea (Sistema de Interconexión Eléctrica Andina), así como con otros de Sudamérica, particularmente Mercosur. También que la indisponibilidad de suministro eléctrico promedio sin considerar fuerza mayor no supere las 4 horas/año en cualquier lugar del territorio.

Asimismo, Chile busca que el 100% de familias vulnerables con acceso continuo y de calidad de los servicios energéticos: Chile se encuentra entre los 5 miembros de la OCDE con menores precios promedio de electricidad a nivel residencial e industrial. Otro objetivo es que al menos el 60% del fluido del territorio deberá provenir de ERNC. A 2030, el país reduce al menos un 30% la intensidad de sus emisiones de gases efecto invernadero respecto de 2007. El 100% de los vehículos nuevos licitados para transporte público de pasajeros deberán incluir criterios de eficiencia energética entre las variables a evaluar.

A 2050 las exigencias son mayores. El 100% de las edificaciones nuevas contarán con estándares OCDE. El 100% de los equipos vendidos en el mercado deberán ser energéticamente eficientes. La cultura energética está instalada en todos los niveles de la sociedad. Los profesionales conocedores de la realidad de Chile estiman como muy posible lograr que el 100% de la corriente oriunda emane de ERNC a 2050. Algunos sitúan la marca algunos años antes.

Tomás Pablo Roa es presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S. L.( El Econòmista Amèrica)

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