Sebastián Carmona, gerente de Innovación de Codelco: Relaves, «Es un pasivo que abre insospechadas posibilidades productivas para Chile»

«Por estos días Chile se empeña en darle una vuelta de tuerca más a su principal actividad productiva, la minería. Codelco, junto a otras organizaciones, se concentra en un proyecto que se encarga de una de las caras más complejas de las operaciones mineras: los relaves. La idea es transformarlos en una nueva atracción de la industria, encontrando la forma de recuperar y vender elementos de valor depositados en ellos», señala Sebastián Carmona C., gerente de Innovación de Codelco.

Se trata del programa Corfo Relaves, iniciativa que reúne a Codelco, junto a su filial de desarrollo tecnológico Codelco Tech, Minera Valle Central, el Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC) de la Universidad de Chile y Solvay Chile en la búsqueda de tecnologías que permitan hacer realidad esta alternativa.

Explica que actualmente, los relaves son considerados Pasivos Ambientales Mineros (PAM), es decir, residuos inevitables de la actividad extractiva que hasta hoy no tienen mayor uso. «Un relave es básicamente una especie de barro que resulta principalmente del proceso de flotación de sulfuros de cobre y que se va acopiando en espacios especialmente acondicionados o en tranques habilitados».

Recuerda que los catastros del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) dan cuenta de 718 depósitos de relaves en el país. De estos, solo 119 están en operación; otros 443 son catalogados como «pasivos» dado que están en desuso; 124 figuran como abandonados y de los restantes, no se cuenta con información.

El ejecutivo agrega que la normativa vigente no considera los componentes que se encuentran en un relave como los residuos sólidos peligrosos, «pero a pesar de esto, preocupa que su volumen vaya al alza». Agrega que esta es una externalidad directamente proporcional a la disminución de las leyes de los minerales en Chile, pues cada vez se hace necesario extraer más material de las minas para conseguir la misma cantidad de metales que se conseguía antes.

La oportunidad

«Ahora bien, un dato no menor podría convertir estos poco atractivos residuos en una nueva fuente de actividad para el sector. Según el Sernageomin, en al menos 48 relaves de entre diez y mil millones de toneladas, se pueden encontrar en abundancia elementos como bario, zinc y estroncio. Y en 22 de esos 48 relaves, dichos elementos son la base principal de su composición», agrega.

Con estos indicadores en la mano, expertos de Codelco Tech colaboran en la generación de tecnologías y modelos de negocio que permitan que los relaves dejen de ser un pasivo ambiental y se conviertan en un activo que beneficie a la industria y a la economía del país.

«Esta tarea pasa principalmente por un adecuado tratamiento y gestión de estos residuos para asegurar una estabilidad que permita recuperar los elementos de valor de sus depósitos. De esa forma se podrían extraer, además de los elementos mencionados, cobre y molibdeno, tierras raras, circonio, galio y cobalto, entre otros. Todos, componentes que son de interés para la comunidad europea, por su utilización en la fabricación de baterías recargables hasta magnetos permanentes de alta resistencia, catalizadores de automóviles, aplicaciones biomédicas, aleaciones especiales, teléfonos inteligentes y pantallas de televisores, entre otros».

Exportación no tradicional

Agrega que el equipo de investigadores que colabora con el programa Corfo Relaves se encuentra en pleno proceso de diseño de programas de prueba para encontrar las vías de concentración y recuperación de los elementos de interés en los relaves.

«El desafío de extracción y comercialización contempla varias etapas de trabajo dado que, además de identificar los elementos estratégicos en los depósitos, es necesario hacer un estudio de mercado a nivel internacional para conocer más acerca de la demanda de estos componentes, además de ocuparse de la protección intelectual para los desarrollos que se vayan creando en el camino».

«Finalmente -señala- se trata de desarrollar soluciones tecnológicas y ser capaces de exportarlas a otros rincones del planeta. De ahí la importancia del trabajo colaborativo en el que actores, tanto públicos como privados, se unen para desarrollar tecnología hecha en Chile que entregue soluciones al mundo de la minería. En este caso, con el propósito de transformar el desafío de los relaves en una oportunidad de mejora para la industria».

( El Mercurio)

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