«Durante la primera década de este siglo, en Chile el uso de la energía solar fotovoltaica era ínfima y solo había aplicaciones muy acotadas como por ejemplo en electrificación rural o en la energización de sistemas remotos de telecomunicaciones. Principalmente gracias a que los precios de los paneles fotovoltaicos han bajado fuertemente y la tecnología fotovoltaica se ha convertido en una de las fuentes de energía más atractivas económicamente, en nuestro país se ha desarrollado fuertemente el sector de generación en grandes plantas fotovoltaicas», afirma Gabriel Neumeyer B., presidente de la Asociación Chilena de Energía Solar (ACESOL) AG.

Tan así, dice, «que el Washington Post hace unos meses nos ha titulado la Arabia Saudita de la Energía Solar, y hoy contamos con casi 1.800 MW en operación y muchos proyectos más en desarrollo».

Señala que este crecimiento tiene sólidos sustentos.

«Una de las grandes ventajas de la energía solar fotovoltaica es que es utilizable a toda escala y por lo tanto es también una atractiva opción para casas, comercios e industrias invertir en un sistema fotovoltaico propio para autogenerar electricidad y de esa manera bajar la cuenta de la luz, recuperando la inversión en pocos años y tener electricidad solar limpia y gratuita durante por lo menos 25 años, que es la vida útil mínima de los paneles fotovoltaicos. Todo esto bajo la ley 20.571, vigente desde octubre del 2014 y también llamada ley de generación distribuida o ley de generación ciudadana. Ya contamos con más de 1.800 instalaciones inscritas en todo  el país, con un total de más de 12.000 kW de potencia instalada».

Y asegura: «Esto es solo el inicio de un mercado de fuerte crecimiento en los próximos años. La energía solar claramente ya no es la energía del futuro, sino del presente».

Más inversión

Explica el dirigente gremial que en Chile «hay varios proyectos que destacan por su tamaño de más de 100 MW, como por ejemplo la planta Quilapilun en Colina. También destacan, a mi juicio, los proyectos fotovoltaicos residenciales del programa de reconstrucción por su aspecto social. El programa consiste en la instalación de sistemas fotovoltaicos en casi 2.000 casas de la Tercera Región, y que le entregará a los damnificados de la zona el beneficio de electricidad solar gratuita. Hay muchos proyectos destacables, sea por su tecnología, su aplicación, su ubicación, y esto refleja la gran versatilidad de la energía fotovoltaica. En la página de ACESOL (www.acesol.cl), hay información acerca de proyectos solares destacados».

Y vendrán más, dice, pues existen las condiciones necesarias para hacerlo. Entre ellas, la baja en los costos de implementación y la expansión de nuevas tecnologías.

En este sentido, señala «que el desarrollo en mercados masivos como Europa y EEUU, y últimamente China e India, ha llevado a una estandarización de los principales productos, especialmente paneles e inversores, y esto a su vez ha ayudado a masificar la producción y a bajar los precios. Mientras más económica la tecnología, más mercado habrá. Es un círculo virtuoso. En este ámbito, un tema actual muy interesante y prometedor que estamos viendo es el desarrollo de baterías económicas, de alta capacidad y larga vida útil, desarrollo impulsado por el creciente mercado de vehículos eléctricos a nivel mundial. Estas baterías son perfectamente adaptables a sistemas solares, convirtiéndolos en sistemas de respaldo accesibles que entregan seguridad de suministro, por ejemplo, en caso de apagones».

( El Mercurio)