Chile tiene la característica de ser el país con mayor irradiación del mundo, es por eso que tanto el Gobierno como los privados incentivan a las personas a utilizarla.
Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), la capacidad instalada de generación de energía solar fotovoltaica en Chile es de 1.748,31 MW, siendo distribuida en un 27,99% por el Sistema Interconectado Norte Grande (SING) y en 72,01% por el Sistema Interconectado Central (SIC). Si bien muchos expertos internacionales, tales como el ex vicepresidente estadounidense Al Gore o The New York Times, han elogiado el gran potencial y avance de esta materia en nuestro país, y que pasamos de un 6,3% de ERNC en marzo de 2014 a un 17% en la actualidad, aún queda mucho por hacer.
Como por ejemplo, generar energía propia en los hogares a través de paneles solares, una opción que el Gobierno estableció en 2014 con la Ley N° 20.571 de Generación Ciudadana (también conocida como Net Billing que ayuda a ahorrar en las cuentas de luz, inyectar los excedentes de electricidad a la red y recibir un pago por ello a fin de mes), cuyo gran «pero» es el financiamiento. Desde la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) comentaron que por casa se instalan en promedio 1 a 2 kilowatt (KW), lo cual equivale entre cuatro a ocho paneles. El precio aproximado de dos de ellos es cercano a $1 millón. «Ante este panorama y tomando que, gracias a su geografía, Chile tiene un alto potencial para seguir expandiendo la instalación de energía fotovoltaica, se hace necesario, saber cómo podemos acceder a ella, tanto si soy un particular y la quiero utilizar en mi vivienda, o para ser usada en grandes, medianas y grandes empresas», comenta Nicolás Sanhueza, project manager de Tritec-Intervento, una compañía suiza-alemana que se dedica a la instalación de paneles solares. Qué tener en cuenta – Tener un consumo asociado a la distribuidora para la instalación de un sistema fotovoltaico On Grid (conectado a la red de distribución eléctrica). Es decir, un número de cliente (boleta) asociado a la distribuidora. – Determinar el consumo o energía que se quiere generar con la planta solar, para saber así qué tipo de proyecto es el que queremos realizar, y qué es lo que queremos conseguir y proyectar con él. – Conocer el espacio disponible para la instalación de módulos solares. Éste puede ser en suelo o en cubierta, según el proyecto que se quiera realizar y según si el inmueble o terreno está ubicado en ciudad o en un sector agrícola. – Entregar la ubicación exacta del inmueble, dirección o archivo Kmz Google Earth, a un experto. Esto es para calcular la radiación del lugar y poder saber el potencial fotovoltaico. – Indicar el patrón de consumo (información determinada por los horarios y cantidad de energía consumida en estos), en otras palabras, establecer un perfil. Por ejemplo, un perfil de consumo de una oficina tipo, es de lunes a viernes de 08:00 a 20:00 horas. – Ver la distancia que determinará entre la planta solar fotovoltaica y el punto de conexión, lo que resultará indispensable para la instalación.
Fuente: Emol