Como hermano mayor, por su personalidad desenvuelta y confiada, Andrés Sánchez ha asumido la vocería familiar en la búsqueda de Jorge Sánchez (26) y Enrique Ojeda (34).

Desde el primer día, sus videos exigiendo ayuda para los mineros atrapados en Chile Chico se han viralizado por las redes, convirtiéndose también en la cara visible de los familiares.

¿Por qué asumió la vocería?

Alguien tenía que gritar, patalear para sacar a mi hermano, y como tengo harta personalidad, me tocó a mí.

¿Cómo califica la forma en que se ha llevado la emergencia?

La palabra precisa es: lento. Tendría que haber venido gente con experiencia al día siguiente. Pero todo quedó ahí, en manos de la empresa, lo que se mezcló con la burocracia estatal. A la empresa le quedó grande el buque.

¿Cómo está su familia en estos momentos?

Mi mamá esta muy mal, a mi papá también se le nota en su cara. Mis hermanos chicos son como yo, más alegres, y tratamos de inyectarles energía. Ahora me tocó hablar, cuando salga mi hermano seguro se va a reír de mis videos (risa), de las cosas que dije mal y esas cosas.

¿Conocía a Enríque?

Claro, trabajamos juntos. El es bien reservado, es calladito, echa la talla, pero por detrás nomás. Mi hermano es picarón, es parecido a mí, más llegador. Esa alegría le va a servir. Van a ser buen complemento para apoyarse. Mi hermano es deportista, eso le va a servir para soportar el frío y el hambre.

¿Como se ha portado la empresa con la familia?

Ha habido un buen trato, y nos dieron alojamiento para todos los familiares. Pero ya le dijimos al gerente que después de rescatar a mi hermano vamos a buscar culpables, y nos encontró la razón. No nos vamos a quedar de brazos cruzados, y que esto siga. Imagínese que vuelvan a trabajar y vuelva a pasar en dos meses.

¿Cree que la presencia de militares ayudará en la búsqueda?

Espero que sí, porque supongo que es como ir a la guerra. No queremos tanta política ni burocracia en las labores de búsqueda. Hasta ahora, para hacer cualquier cosa había que avisar a los dueños en Canadá. No podíamos esperar que desde allá contesten un mail para poder intervenir la mina. Ya no podemos esperar más.( La Tercera )