La Empresa Privada y la Conservaciòn

Por MAHINA MANN

Consultor Líder en Estándares Ambientales y Biodiversidad.

BCh Consulting Chile

 

 

¿Por qué crees que es importante conservar la biodiversidad de nuestro país y del mundo?

 

Voy a tomar el riesgo de adivinar que la gran mayoría de las respuestas de las personas que están leyendo tienen relación con que su pérdida puede resultar en perjuicios a la humanidad debido ala pérdida de cosechas, a aluviones, a la extinción de potenciales fuentes de alimento o medicamentos, a la pérdida de información genética que puede ser útil, la pérdida de un elemento estético o de entretención, etc. Y también me atrevo a adivinar que la mayoría de las respuestas tendrán el componente de la irreversibilidad. Es decir, que la causa de esas pérdidas y perjuicios será irreversible.

 

¿Son esas realmente las razones por las cuales debemos dedicar recursos a la conservación de la biodiversidad?

Me gustaría pensar que no es necesario sentirse amenazado por un perjuicio personal para realizar una acción de este tipo. La verdad es que en la gran mayoría de los casos la pérdida de biodiversidad tiene como causa el humano y sus actividades. ¿No debiera ser esa razón suficiente para al menos intentar mitigar nuestro daño y permitirle a la vida continuar su curso natural?

 

Esto no se trata de filantropía ni de llenar nuestros egos, se trata de ser conscientes de nuestro entorno y de las consecuencias de nuestros actos. Se trata de asumir que somos parte de un sistema y que cada uno de los componentes del sistema tiene el mismo derecho fundamental de coexistir. Se trata de saber que hemos sido capaces de desarrollarnos a tal punto de tener una capacidad enorme de influir sobre el planeta y que a la vez debemos tener la inteligencia para ponernos límites.

 

Ha pasado desapercibida la ironíaimplícita en esta costumbre de asignar áreas de protección para resguardarlas legalmente de nosotros mismos y así asegurar que sean capaces de sobrevivir en el tiempo. Es más fácil ponernos límites legales que límites éticos. Sin embargo estoy convencida de que los límites legales siempre tendrán una manera de ser traspasados, mientras que los límites éticos serán defendidos con una convicción inigualable. Lo que significa que solamente lograremos asegurar la protección de las áreas y de la biodiversidad en el largo plazo mediante el camino difícil.

 

Chile es un país dotado con una biodiversidad maravillosa y si nos diéramos cuenta de ello probablemente sería tanto más fácil asegurar su conservación. El primer paso es conocerla, pues es imposible querer algo que no se conoce, el segundo paso es quererla porque solo entonces estaremos dispuestos a invertir en su protección.Por esto no solamente es importante abordar la conservación de la biodiversidad a través de la declaración de áreas protegidas, es fundamental la generación y análisis de información, la educación formal e informal, el turismo, la valoración del patrimonio local por las comunidades vecinas y cualquier mecanismo que nos permita encantarnos con el entorno.

 

Para lograr una conservación sustentable de la biodiversidad, es innegable que el primer desafío es la disposición. Habiendo superado esa limitante, sea por exigencia legal o convicción, hay un problema aun mayor que superar: nuestra capacidad de entender y conservar los procesos que sostienen la biodiversidad. La mayoría de las áreas protegidas que existen en Chile han sido asignadas para proteger una especie o un paisaje que hemos creído relevante. Esto junto a la disponibilidad de tierras del estado o la donación de tierras privadas, lo que no ha permitido una planificación real de la red de áreas protegidas existentes.

 

Lo primero?

Estrategias nacionales, regionales, provinciales y comunales basadas en información científica sólida que entreguen directrices al respecto de los requerimientos e instrumentos de protección.

 

No basta con obtener un área y declararla protegida, aun cuando se obtenga la protección oficial a través de alguna de las herramientas legales existentes. De esta manera estamos construyendo islas. Islas verdes, pero como toda isla, con una baja capacidad de sustentarse. Tampoco basta con conectar estas islas a través de corredores biológicos. Lo que se requiere es asociación. Cuando se trata de la conservación de biodiversidad nadie debe actuar solo. Todos los actores del territorio, públicos y privados, deben ser capaces de comentar sus planes al respecto de la conservación y decidir en conjunto las estrategias a seguir.

 

En este ámbito, territorio no tiene relación con las divisiones administrativas del país. La unidad a la que corresponderá el territorio dependerá de la realidad local, pero de ninguna manera será menor a la cuenca hidrográfica correspondiente al sector. Sin embargo, las cuencas también están relacionadas entre sí, ya sea por la interacción de material genético, nutrientes, la distribución de fauna que ocupa ciertos nichos ecológicos y muchos otros elementos entre los que se encuentran los impactos de las actividades antrópicas.

 

La legislación chilena comenzó hace años los primeros pasos para incorporar una visión sistémica a la gestión ambiental, al introducir el concepto de efecto sinérgico a través de la Ley 20.417 del año 2010 que crea el Ministerio de Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medio Ambiente, modificando la ley 19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente del año 1994 que creó el sistema de evaluación de impacto ambiental en el país. Si bien legalmente han sido pocos los avances posteriores en esta materia, es de responsabilidad de todos los actores, tanto públicos como privados, darle fuerza.

 

La conservación de áreas protegidas debe dejar de ser una opción de posicionamiento de marca. El objetivo no es un logo sobre un acta de protección, un letrero de bienvenida o un folleto de información. Es muchísimo más valioso un logo entre otros tantos sobre un proyecto que tendrá un impacto real en la conservación de biodiversidad crítica del país que un solo logo asociado a un área que está destinada a morir. Tampoco debe ser vista como un cambio de moneda presentada en evaluaciones de impacto ambiental frente a la intervención de áreas ricas en biodiversidad, no sin una estrategia, un plan de amplio alcance y largo plazo y la certeza de la posibilidad de su éxito.La conservación de biodiversidad no puede ser usada como un mecanismo para lograr otros objetivos. Aunque tengamos información y tecnología que nos hacen sentir con un poder sobrehumano, lo cierto es que somos solo humanos y no tenemos la capacidad de recrear la complejidad que ha sido creado por millones de años de evolución, de hecho apenas tenemos la capacidad de entenderla. Tenemos una sola oportunidad y hay que aprovecharla.

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Mahina Mann

Consultor Líder en Estándares Ambientales y Biodiversidad

BCH CONSULTING

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