Turismo minero: entre las penumbras del Chiflón del Diablo

chiflondeldiabloUna visita guiada a esta mina submarina de carbón propone un enigmático recorrido por túneles y pasillos

La oscuridad es total. También, por unos instantes, lo es el silencio que se interrumpe por el rebullir nervioso de algunos sobre los bancos de madera. El guía nos pide que levantemos las manos hacia los ojos y las miremos. Pero los ojos están virtualmente ciegos: sabemos que nuestras manos están ahí, pero ningún esfuerzo hace que logremos verlas.

No hay haz de luz que se cuele en el interior del Chiflón del Diablo, la mina de carbón que dio vida en el siglo XIX a la hoy ciudad de Lota en Chile. Para llegar hasta el punto en que apagamos las lámparas y experimentamos la negrura de la mina, descendimos 40 metros, 25 de ellos en una “jaula”, un caja metálica que baja por un eje vertical hacia las profundidades. Luego caminamos por túneles que nos internaron bajo el mar. El Chiflón del Diablo es una mina submarina, sus túneles serpentean con el Pacífico encima y por sus pasillos corre -sorprendentemente- un aire oceánico, la ventilación natural que llega desde la superficie y que le valió el nombre de “chiflón”.

Piero, nuestro guía, es de la zona y, como otros guías del Chilfón del Diablo, él mismo fue minero. Mientras conduce al grupo por el recorrido de túneles, algunos tan bajos que obligan a agacharse hasta andar casi de rodillas, cuenta historias y leyendas de la mina, de su explotación y de la explotación de sus trabajadores. Cuenta, por ejemplo, que los hombres debían llevar a sus hijos varones a trabajar a la mina, so pena de quedarse sin renovación del propio contrato. Cuenta también que, mientras los dueños de la mina, la familia Cousiño, construían el ahora llamado Parque Isidora Cousiño, de 14 hectáreas, diseñado al estilo de los jardines ingleses, con especies exóticas y estatuas traídas de Europa, los mineros recibían su paga en fichas, fichas que sólo podían canjear en la pulpería del pueblo minero, propiedad también de la familia Cousiño.chiflon 4

La extración de carbón en la mina de Lota comenzó en 1852, impulsada por el agotamiento de la leña para las fundiciones de minerales como el cobre, en el norte de Chile. Fundada por Matías Cousiño Jorquera, la mina produjo ganancias bajo la propiedad de su hijo, Luis Cousiño y su esposa Isidora Goyenechea Gallo. La empresa familiar explotó la mina hasta que en 1970 fue comprada por el Estado y fusionada con otros yacimientos carboníferos, para convertirse en Empresa Nacional del Carbón (ENACAR), una sociedad anónima de propiedad estatal.

El yacimiento de Lota dejó de producir el 19 de abril de 1997 y hoy la administra la empresa turística Lota Sorprendente, que también tiene a su cargo el Museo Histórico de Lota y el Parque, ambos declarados monumentos históricos.

Para bajar al Chiflón, cada visitante es provisto de un batería de 2,5 kg. conectada a la lámpara del casco obligatorio. Piero repite varias veces que las lámparas están en funcionamiento desde su llegada a la mina, en los años 50. El recorrido completo de la visita dura 40 minutos. Se recorren 500 metros de túneles bajo el mar, con dos paradas en bancos de madera para escuchar las historias de Piero, ver cómo funcionan los magentófonos que servían para comunicarse con la superficie y experimentar la oscuridad. Finalmente, para salir, se asciende por un larga y húmeda escalera de 200 metros. Arriba espera el Pueblito Minero, el set de filmación construido para la película Subterra que contó, en 2003, la historia de la mina y sus trabajadores, basándose en el libro del mismo nombre del escritor chileno Baldomero Lillo.

Para terminar de conocer la historia de Lota, que giró y gira en torno a la mina, se pueden visitar el Museo Histórico y el Parque Isidora Cousiño, que ofrece una hermosa vista del golfo de Arauco, con sus pelícanos, gaviotas y barcos pesqueros, en el mirador del Faro Lustrín. Cuesta pensar, mirando el mar embravecido, que estuvimos caminando allí abajo.

MINIGUÍA

Cómo llegar. Chiflón del Diablo y Pueblito Minero están ubicados en Lota, región del Bíobío, a 556 km al sur de Santiago de Chile.

Latam vuela de Buenos Aires a Concepción (43 km al norte de Lota), con escala en Santiago. De Concepción a Lota, buses Sotral Expreso del Carbón, Los Alerces y Expreso 2000.

Cuánto cuesta. Visita guiada al parque Cousiño, Pueblito Minero y Museo Histórico de Lota y bajada a la mina (lunes a domingos, de 9.30 a 19.30), 7.500 pesos chilenos (US$ 12).

Atención. Los visitantes descienden a la mina asegurados con casco, cinturón minero, lámpara, los mismos elementos que usan los mineros.

No se permite el descenso a personas mayores de 70 años ni menores de 6 años. Tampoco pueden bajar embarazadas, enfermos cardíacos y personas que sufren claustrofobia.

La mina de Lota no se explota desde 1997 por lo que no existe riesgo de emanación de gases tóxicos ni derrumbes. Los sistemas de comunicación de la mina con el exterior funcionan en plenitud.

Dónde informarse. www.lotasorprendente.cl; www.destinobiobio.cl ( Diario El Clarin)

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