Huberto Berg: «Las mineras cometieron el grave error de ‘comprar’ tranquilidad pagando grandes bonos»

hubertoHoy cumple 38 días la huelga de Minera Escondida, en la que el Sindicato N°1 solicita a la empresa un bono de $25 millones y un reajuste de 7% de los salarios. Esta semana, las relaciones se tensaron aún más, luego que los mineros quemaran públicamente la invitación de la administración para retomar el diálogo, que hasta ayer seguía sin resolverse. Para Huberto Berg, experto laboral y socio de Berg Consultores, este conflicto podría haberse resuelto de otra forma si los involucrados hubiesen forjado una relación más madura desde antes.

-¿Qué opina de las duras y a veces violentas señales que ha dado el sindicato de Escondida, como quemar una carta?

«Esto hay que mirarlo un poco más atrás en el tiempo. Las grandes mineras cometieron el grave error de ‘comprar’ tranquilidad pagando grandes bonos. Lamentablemente, en Chile ha pasado que los sindicatos cuando negocian colectivamente, su única contraoferta es que te van a dejar seguir trabajando, siendo que una contraoferta normal debiera ser una propuesta en temas de productividad, mejoras y aporte».

-¿Cómo se ha manejado el conflicto?

«Lo que hizo la minera en primera instancia fue lo correcto. Lo que debió haber pasado aquí, y yo te aseguro que esta huelga hubiera sido muy distinta, es que la autoridad debiera haber hecho respetar la ley. Si la minera empieza hoy día a hacer ofertas económicas después de todo lo que han hecho los huelguistas, sería una muy mala señal, y lo único que haría sería fortalecer la huelga y la actitud vandálica».

-Una vez que se solucionan este tipo de conflictos, ¿cómo se pueden recomponer las relaciones entre las partes?

«En Chile, durante muchos años, se ha establecido una relación adulto-niño, donde el adulto es el empleador y el niño es el dirigente sindical que pide y no ofrece nada a cambio. Si el país quiere avanzar hacia relaciones laborales modernas y recomponer situaciones, tiene que tener una relación adulto-adulto, donde el sindicato, junto con pedir, diga qué va a hacer para mejorar la productividad, para ser eficiente y para que la empresa sea más competitiva».

-¿Cuáles son los desafíos para empleadores y trabajadores, dado el escenario laboral y económico del país?

«Ahora ha surgido un nuevo desafío: impedir que los delincuentes se apoderen de los movimientos de los trabajadores. El trabajador cuando hace una huelga la hace a cara descubierta, paraliza sus funciones, hace marchas y despliega carteles. El delincuente se cubre el rostro, hace barricadas, se toma las calles, prende neumáticos, agrede a otros trabajadores y a Carabineros. Hay una tremenda diferencia entre unos y otros».

-¿Se debe crear un protocolo?

«Nosotros tenemos un problema: hay muchas normas, pero nadie las cumple. Se debieran cumplir las normas, es tan sencillo como eso. Esta huelga hubiera tenido un resultado distinto si la autoridad, que es la encargada de hacer respetar la ley, lo hubiera hecho. No he escuchado ninguna palabra de la ministra del Trabajo o del ministro del Interior que condene que un grupo de trabajadores esté impidiéndole a una gran mayoría de estos el poder trabajar». ( ElMercurio)

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