Baja del cobre provoca una progresiva caída en cartera de proyectos mineros

camion nochePese a que la región de Antofagasta mantiene una mayoritaria participación en el portafolio nacional de proyectos mineros, el stock de iniciativas de inversión en la industria viene bajando progresivamente. La última caída en el portafolio local fue confirmada esta semana cuando la estatal polaca KGHM ratificó la suspensión indefinida de la Fase II de Sierra Gorda.

En efecto, de acuerdo al catastro de proyectos de inversión del Consejo Minero -actualizado a abril de este año-, en el país se están desarrollando 19 iniciativas por US$51.001 millones, de las cuales ocho están en ejecución (US$15.122 millones) y 11 en etapa de evaluación (US$35.879 millones).

La región de Antofagasta -según este recuento- sumaría inversiones por US$17.666 millones, lo que equivale a un 35% del monto total.

Sin embargo, el catastro del Consejo considera proyectos en evaluación sin una fecha de puesta en marcha definida y algunos como Pascua Lama y Cerro Casale en un estado de «suspensión temporal» o en proceso de «reconfiguración», que entre ambos abultan la cartera nacional en unos US$14.500 millones.

Más realista parece el último informe de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), que contabilizó proyectos de inversión -con cronograma definido- por US$25.057 millones en el país a diciembre de 2015.

En este último recuento, la participación de la región en el portafolio nacional sube a un 76%, al totalizar iniciativas por US$19.114 millones.

En ambos catastros -uno más que otro- Antofagasta alcanza una participación importante. Sin embargo, lo preocupante es que el monto total del stock de iniciativas viene bajando progresivamente, asociado a las complejas condiciones que presenta el mercado de las materias primas a nivel global.

Gastos

La última baja del portafolio regional fue confirmada esta semana, cuando la polaca KGHM -propietaria junto a la japonesa Sumitomo (45%) de Sierra Gorda SCM- anunció la postergación indefinida de la Fase II, iniciativa que consideraba una inversión de US$1.500 millones más unos 8.500 puestos de trabajo entre su construcción y operación.

«Los gastos incurridos hasta la fecha en los proyectos de inversión superan significativamente las cantidades asumidas en los planes iniciales. En particular, esto se refiere a los gastos actuales incurridos en Sierra Gorda, en comparación con las cantidades previstas en el informe técnico», indicó un reporte emanado de la compañía.

La decisión de KGHM en torno a frenar la Fase II de Sierra Gorda, se suma a otras decisiones similares que afectaron a proyectos mineros en la región durante el último tiempo, como es el caso de Mill Proyect de El Abra (US$5.000 millones, Freeport McMoran) y Lomas Bayas III Sulfuros (US$1.600 millones, Glencore).

Lo concreto es que -según los catastros del Consejo Minero- en septiembre de 2013 la región totalizaba iniciativas de inversión minera por US$23.750 millones; en marzo de 2014 esa cifra cayó a US$20.667 millones; y hoy -descontando Sierra Gorda- suman US$16.166 millones.

Y, si bien, buena parte de las iniciativas que salen del portafolio se debe a que entraron en operación, como es el caso de Antucoya (US$1.900 millones, Antofagasta Minerals), OLAP (US$721 millones) y OGP1 (US$3.800 millones), ambas de BHP Billiton, es la reposición de los proyectos la que está afectando a la cartera regional.

Más lento

Pero este periodo de baja en el mercado de las materias primas no sólo está obligando a paralizar proyectos, sino también a «estirar» su desarrollo a la espera de mejores condiciones de mercado.

Y la primera en hacerlo fue la estatal Codelco, cuando en abril pasado su presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, anunció que diferirían inversiones por US$4.000 millones de su cartera a 2019, aunque sin tocar los proyectos estructurales.

En la región, Antofagasta Minerals tomó una decisión similar al ralentizar -en aproximadamente ocho meses- sus proyectos Óxidos Encuentro y la planta de Molibdeno en Centinela, que entre ambos suman US$760 millones.

«Ninguno de esos proyectos se detuvo, están en ejecución, un poco más lenta que lo que teníamos pensado hace un par de años, pero nuestra idea es que ya el segundo semestre del próximo año entren en operaciones», explicó el gerente general de Minera Centinela, André Sougarret.

También se encuentran en una situación especial los proyectos para expandir la vida útil de Spence por US$3.300 millones, dado que la compañía solicitó la suspensión de los plazos ambientales.

Y aunque desde la minera explicaron que se trata de un asunto normal dentro del proceso de evaluación, lo concreto es que significará un retraso de varios meses respecto de lo estimado originalmente.( El Mercurio de Calama)

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