La fuerte baja de los clientes de restaurantes aledaños fue una de las primeras señales visibles en 2014 de que las empresas mineras estaban desalojando las oficinas del edificio Titanium La Portada, desarrollado por Abraham Senerman y cuyo 54% pertenece al fondo alemán Deka.

La torre de 52 pisos de oficinas, inaugurada en 2010 y hoy la segunda más grande del país, llegó a tener en dicho año el 53% de sus arrendatarios ligados al sector minero. Pero tras la caída del precio del cobre en los últimos dos ejercicios, esa cifra hoy es de 14%. Otro porcentaje similar corresponde a vacancia vinculada a ese rubro extractivo (ver gráficos). Este tema, incluso, fue abordado en un artículo de The Wall Street Journal Americas el año pasado.

En este contexto, la torre se tuvo que diversificar en cuanto a sus usuarios, algunos de los cuales estaban esperando un espacio para entrar a este recinto. Al cierre de 2015, el 46% de los arrendatarios pertenecía a diferentes sectores: automotor, financiero, naviero, electrónico, entre otros. Otro 11% está ligado a entidades bancarias, según datos de CBRE que administra el 54% de los contratos de arriendo de la torre, pero tiene a su cargo el manejo administrativo del inmueble.

Verónica Melys, research manager de CBRE, comentó que «producto de la desaceleración minera y más marcadamente durante los años 2013 y 2014, en la Torre Titanium se generaron liberaciones de grandes superficies de oficinas correspondientes en 95% a empresas del sector minero, de las cuales se han ocupado más de 90%».

Melys añadió que «esta situación generó que grandes compañías internacionales y locales tuvieran la oportunidad de consolidar sus oficinas en un edificio emblemático».

Sencorp, firma ligada a Abraham Senerman, recordó que Titanium tenía prácticamente un 100% de ocupación a un año de ser inaugurada, pero reconoció que producto de las complicaciones en el sector minero se generó una desocupación. Sin embargo, la firma destacó que esa situación «se superó exitosamente y en poco tiempo, atrayendo a empresas de otros sectores». A la vez, añadió que la vacancia de la torre es «sana, muy por debajo de la que existe en el barrio El Golf».

En Sencorp aseguraron que las empresas que se han instalado en el edifico llegan a un recinto consolidado, que superó las complicaciones iniciales de la puesta en marcha.

Nuevos clientes

Una de las firmas que arribaron a Titanium en el último período es Nissan, que tras tomar la representación directa de la marca en nuestro país dispuso sus oficinas en este edificio. Entre los «fichajes» recientes se suma Indra y Santander Asset Management, comentaron fuentes conocedoras del tema, las que aseguraron que la búsqueda de nuevos inquilinos no ha sido a través de reducciones de precios, pues estos se han mantenido.

De todos modos, hace unos meses Titanium sufrió una baja relevante, ya que el grupo químico-farmacéutico alemán Bayer dejó el edificio y se trasladó al Costanera Center.( El Mercurio )