«ATI aprendió la lección y ha mostrado mayor responsabilidad»

mano metales pesadoRicardo Díaz, profesor y líder del Movimiento ‘Este polvo te mata’ reconoce que le alarmó conocer los detalles de un estudio de imagen ciudad que daba cuenta que los antofagastinos veían a su comuna como ‘cara y contaminada’.

El académico y el grupo reconocen que una percepción de ese tipo, en especial con el segundo concepto, va en contrario con el objetivo que persiguen: convertir a la capital regional en un ejemplo para todo Chile, aunque primero reconociendo las falencias y problemas presentes en el territorio.

El movimiento social nació en octubre de 2014, con un vídeo que Díaz colgó en la web, el cual fue replicado por otros ciudadanos que advertían la presencia de polvo con metales en sus ventanas.

Así nació la imagen de la mano negra que también tuvo en el galpón de ATI otro icono reconocible de la demanda.

Región

Desde entonces muchas cosas han cambiado para bien, reconocen Díaz y el arquitecto Osvaldo Chávez, otro de los miembros de la agrupación. Si bien, no apuntan a que hoy existe un «estado ideal», sí valoran los avances logrados por las empresas involucradas -destacando el rol de Cristián Wulf, actual gerente de ATI- y las autoridades encargadas de la fiscalización de tales faenas, cuestiones que suman en positivo para toda la comunidad, afirman.

Por lo anterior, Díaz reconoce que puede haber cambios vinculados a la formalidad en la agrupación. Esto podría ser la creación de una ONG especializada en monitorear los procesos ambientales de la región, lo que consideraría incluso un cambio de nombre.

Con mucha delicadeza, por un lado, avalan los logros en específico que se han conseguido conjuntamente en el tema portuario y traslado de minerales, en especial durante el último año; pero por otro, aseguran que los conflictos ambientales abiertos en la región son varios y en distintas partes del territorio.

«Hay que poner Antofagasta en acción, porque hemos tenido muchos problemas: el arsénico en el agua, los niños con plomo, el vertedero, las descargas de aguas servidas en el mar; lo que pasa en Taltal, en Calama. La gente despertó y está exigiendo medidas, eso es bueno, junto con tener un estado vigilante y el compromiso de las empresas, con quienes hay que tener mayor comunicación y diálogo. Todo eso ya no se logra con marchas, sino con otro trabajo», enfatiza Díaz.

¿Qué perciben, desde que partieron con el movimiento, respecto al problema de contaminación?ati la tercera

R.D.: -Primero hay un reconocimiento de la misma y eso es muy importante porque los problemas se solucionan si uno los reconoce. Y en este año hemos visto muchas acciones de la institucionalidad y las empresas que apuntan a la solución; entonces, es posible mirar un horizonte de mayor esperanza. La ciudadanía debe entender que esta es una lucha de largo aliento que busca dar sustentabilidad a la ciudad.

Perciben, entonces, que las acciones que se están tomando van en el sentido correcto.

R.D.: -Sí. Hay un cambio en el discurso, un cambio en la perspectiva. Las empresas han tomado con mayor respeto y responsabilidad la relación con Antofagasta. No creo que un proyecto como el galpón se vuelva a repetir, o sea, un proyecto sin considerar lo que la gente va a decir. De hecho hay mayor vigilancia de la ciudadanía.

¿Le satisfacen las acciones tomadas por las empresas? ¿Sierra Gorda, el Ferrocarril, ATI, están tomando las medidas adecuadas para que la contaminación sea la mínima posible, entendiendo que cero es imposible?

R.D.: -Vemos que ATI creó una vinculación con el medio, que están preocupados de informar sus acciones, que han planteado tasas de medición y cuentan con una política de acción, vemos que se está encaminando una mejora. Hay un compromiso de aminorar los efectos de contaminación. Entendemos que siempre estará, pero el punto es cómo podemos aminorarla. Creo que ATI aprendió la lección y ha mostrado mayor responsabilidad y compromiso; quizás faltan acciones, pero eso puede ir mejorando.

O.C.: -Hay sectores de la población que no quieren transporte de concentrados por la ciudad y si lo miras desde esa vara, las decisiones que se están tomando no van en línea con esa demanda. Pero las empresas han demostrado que andan con mucho mayor cuidado y eso tiene que ver con la presión que hemos hecho los ciudadanos para fiscalizar. Desde el año 2012, cuando hubo dos o tres fiscalizaciones en el puerto, a más de 20 en un año, hay algo bastante claro.

En el corto plazo, hay mejora en los procesos, pero en el largo plazo, estamos lejos de lograr lo que quieren muchos antofagastinos: que el puerto deje de embarcar concentrado de cobre, o hacerlo en la forma en lo que lo están haciendo.

¿Eso sería suficiente?

O.C.: -Que el concentrado llegue en contenedores sellados y se transporte así al barco, sin trasvasije. Es un tema con problemas logísticos, porque se entiende que no hay carga de retorno para los contenedores y tampoco son los barcos apropiados, según lo ha explicado la empresa. Australia embarca en contenedores sellados y no veo por qué nosotros no.

Procesos

Los personeros insisten que «deben mejorarse los procesos».

«El galpón no lo vamos a sacar porque no se hizo lo que debía hacerse en su momento y no podemos desgastarnos allí; quizás cerca del año 21 de operación del galpón estaremos atentos con lo que pueda conseguirse; por eso apuntamos a mejorar los estándares de los procesos, la infraestructura, las fiscalizaciones, las mejoras. Quizás es el momento de plantear la instalación de filtros de aire para los colegios, o el tema de educación, especialmente con los niños, para que se laven las manos si juegan con tierra. Esas son las cosas que debemos ir conversando», apunta Díaz.

El profesor no oculta una mayor disposición al diálogo, pero siempre «de igual a igual», porque entienden que la sociedad civil tiene mucho que opinar en la meta de mejorar los estándares de la ciudad.

En tal sentido, reitera que nunca ha sido un objetivo del movimiento mantener el «discurso de la contaminación perennemente para ganar popularidad». «Todo lo contrario, queremos que se termine porque eso significa que la contaminación se acabó y contamos con una ciudad con alta calidad de vida».

Pero hay divergencias o matices al interior de la agrupación. Otros consultados repitieron que si la carga de minerales sigue por Antofagasta, debe aspirarse al sistema de rotainer y no habrá concesiones respecto a los conflictos que el terminal marítimo tiene con su RCA, las sanciones de la autoridad sanitaria y eventualmente, con lo que disponga el Ministerio Público, respecto de daño en el ambiente y seres humanos.

Eso implicaría -de manera categórica- tener abierto el conflicto y así se reconoce.

En el tiempo las demandas del movimiento fueron cambiando. En principio era no al galpón y luego se centró en la contaminación.

R.D.: -La contaminación tiene múltiples focos: en La Negra, en el basural, con las quemas, en el borde costero, con las aguas servidas, el puerto y otros que hay que analizar como Coloso. Nosotros partimos por el puerto, pero el tema es más amplio y complejo; pero siempre hemos tenido el problema de contaminación en el centro, o el deseo de que esta es una ciudad y no un campamento. Hoy hablamos de vivir en una ciudad mejor, se han aumentado las exigencias, pero eso requiere cambios, porque esto no se resuelve solo con marchas o eslóganes. Se establece con diálogo y acuerdos, pero con la ciudadanía hablando de igual a igual.

Con el caso del galpón hay una suerte de paradoja. Más allá de lo estético y la elección del lugar, indudablemente el proyecto eleva el estándar de transferencia de graneles. Sin embargo, es el galpón lo que provocó las protestas…

R.D.: -Es como las casas Copeva que se llovían, pero bastó que alguien pusiera un nylon como solución para evidenciar el problema. En el fondo este galpón fue un proyecto mal diseñado, arrogante, al ser un proyecto productivo en medio de la ciudad, a metros de una zona donde la gente hace deportes. Es una arrogancia al pensar que cualquier cosa es posible y ello evidenció este malestar. Al final, el galpón es la consecuencia de problemáticas que tenemos que resolver.

Y un problema son las autoridades que no tomaron en consideración a la ciudadanía. Debe recordarse que sólo Sernatur hizo observaciones a este proyecto, a los demás no les importó; nadie cuestionó poner 90 mil toneladas de concentrado en medio de la ciudad. Nadie piensa qué queremos, o necesitamos y quizás requerimos un centro logístico fuera de la ciudad. Lo otro es que había una suerte de desesperanza aprendida y el antofagastino tiene que entender que lo que le pasa a la ciudad afecta a todos y eso, afortunadamente, ha ido cambiando. Claro que el galpón mejora lo que había antes, pero también es cierto que hay procesos mucho mejores.

¿Al final, qué le piden a las empresas y al gobierno en este tema?

O.C.: -La demanda es que las empresas se hagan cargo, pero de verdad de los problemas que generan en la ciudad y eso no es cumplir la ley, sino RSE, voluntad política y pensar la ciudad hacia el futuro. Evaluar el medioambiente es distinto a evaluar a las personas. Y faltan muchas cosas, como un plan de ordenamiento territorial y esos temas tienen que ver con el ‘hacerse cargo’.

R.D.: -Esas son las demandas. Veo a ATI cumpliendo su plan de sustentabilidad, con mayor responsabilidad y compromiso y podemos pedirle a ATI que asuma esta mirada de futuro, lo mismo a la EPA, al gobierno que está comprometido con algunos estudios. Este pensar el futuro es una obligación de todos nosotros, de las universidades, la comunidad científica y el antofagastino común y corriente, porque la ciudad la construimos todos y eso es lo que hemos ido despertando. Antofagasta puede ser una ciudad de clase mundial y no hay nada que pudiera impedirnos llegar a eso.

«Hay una contaminación histórica y otra que es producida hoy. Ambas son graves. Está el caso de los menores contaminados con plomo. Es cierto que han bajado los indicadores, pero siguen estando»

Osvaldo Chávez

OSVALDO CHÁVEZ

El arquitecto es taltalino, llegó a Antofagasta en 2001 y ríe cuando dice que vive cerca del Puerto. «La contaminación me llega desde pequeño. En Taltal jugábamos en los relaves mineros, porque no sabíamos el peligro que había. Estábamos sometidos a esos niveles de ignorancia. Ninguna autoridad jamás nos dijo a nosotros, o nuestros padres, esto. El año 2008, o 2009, en la universidad tomé conciencia del problema de contaminación».

RICARDO DÍAZ

Es profesor de Filosofía y varios de los miembros del movimiento fueron sus alumnos. Reconoce que su labor no ha sido fácil, en especial porque muchas autoridades locales han obstaculizado sus objetivos. También sostiene, que ha pagado costos personales. Díaz es chuquicamatino y su padre -extrabajador de Codelco- murió de cáncer. Estudió en Santiago, hasta que llegó a la ciudad directamente al Colegio San Luis.

entrevista. Ricardo Díaz y Osvaldo Chávez, miembros de ‘Este polvo te mata’:( El Mercurio de Antofagasta )

Comenta esta Noticia!