Antofagasta Minerals no recorta producción y principales inversiones se definen en 2017

camiones la terceraAntofagasta Minerals no ha recortado producción ni ha hecho recortes masivos de dotación. En parte, eso se explica porque su costo neto se sitúa en US$ 1,53 por libra (cifras a septiembre de este año), un nivel en el cual siguen generando utilidades. Tampoco han paralizado las obras en curso, que son la planta de molibdeno, que cuesta US$ 124 millones, e instalaciones en Encuentros Óxidos, por US$ 600 millones. Hernández señala que ambas estarían listas a fines del próximo año.

Las definiciones más grandes en términos de inversiones se tomarán después de 2017. Son dos proyectos y suman US$ 1.100 millones: una nueva planta concentradora para el distrito Centinela -donde están las mineras Esperanza y El Tesoro- y el desarrollo orgánico de Los Pelambres, que considera una planta desaladora para abastecer a la faena y un aumento de la capacidad de molienda de mineral.

Por ahora, dice el CEO de Antofagasta, no han recortado producción ni realizado ajustes en la dotación masivos. ¿Qué ocurrirá si el precio del cobre sigue bajando? «Nos hemos adaptado a la coyuntura actual, ¿qué nos reserva el futuro?, no lo sabemos», contesta.

En este escenario donde los grandes players están desprendiéndose de activos para sobrevivir -Glencore y Anglo American son algunos de los que venden operaciones en Chile-, Antofagasta adquirió el 50% de Zaldívar a la canadiense Barrick, en US$ 1.005 millones. Con los ojos puestos en esta operación, Hernández admite que «siempre estamos si hay nuevas oportunidades», pero están conscientes de que cualquier nueva compra entraña riesgos, porque tendrían que financiarla en parte con deuda. «Hay que ser muy cuidadosos, porque el hecho de haber sido conservadores (y no endeudarse en demasía) nos ha ayudado mucho en la coyuntura actual más difícil, y es algo que no queremos poner en riesgo», dice.

Uno de los temas en los que se ha enfocado el brazo minero de Luksic es garantizar el futuro de su principal operación, Los Pelambres. Su viabilidad depende de lograr acuerdos con la comunidad, en especial del pueblo de Caimanes, que han reclamado por la falta de agua, de la que culpan a la minera y a su tranque de relaves El Mauro, en un conflicto que ya lleva 15 años. «Hemos avanzado bastante, cambiamos el enfoque del relacionamiento con la comunidad», señala el máximo ejecutivo de Antofagasta Minerals. Ya hay acuerdos con tres municipios -Illapel, Salamanca y Canela-, restando concretar un pacto con Los Vilos.

El plan al que se refiere Hernández considera un presupuesto de US$ 36 millones repartidos en una serie de obras y planes de desarrollo para la localidad de Caimanes. Para implementarlo es necesario contar con el beneplácito de la comunidad. Ya se sometió a un plebiscito, en el que el 58% lo apoyó, pero no logró el quórum mínimo, fijado en 70% del padrón electoral. «Hoy quien define cómo se sigue es la comunidad», señala el ejecutivo.

Este conflicto tiene una arista judicial, ya que en marzo fue el juzgado de Los Vilos el que ordenó la demolición del tranque El Mauro, imposibilitando así la operación de la minera Los Pelambres. «La decisión judicial va por un carril separado», dice Hernández: «Nuestro compromiso es de largo plazo y no está relacionado directamente con los juicios».( El Mercurio )

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