SQM: Goodbye , Julio Ponce?

julio ponceJulio Ponce estaba en Miami, celebrando su septuagésimo cumpleaños, cuando este jueves se supo en Chile que una de sus Cascadas, Oro Blanco, contrató al Banco Itaú Argentina para evaluar una posible venta o buscar un socio en Pampa Calichera, la sociedad por la cual el empresario controla SQM en alianza con la japonesa Kowa.

Comienzan así a verse los frutos del trabajo silencioso desplegado por Rafael Guilisasti, quien, en una polémica jugada, pasó de ser miembro del consejo de Corfo a presidente de las Cascadas, desatando de paso el enojo en el Gobierno y provocando la sorpresa en el mundo privado.

Ponce, las cascadas y SQM han tenido un año cruzado por múltiples presiones en distintos frentes.

Según información de mercado, Ponce mantiene con la banca acreencias por unos US$ 1.000 millones, deudas contraídas en distintos momentos para asegurar el control en las sociedades Cascada y en su activo más importante, SQM.

Muchos de estos pasivos han sido garantizados con acciones de la minera no metálica, títulos que han bajado de valor debido a la crisis reputacional que ha puesto a SQM en la palestra pública. Con ello han complicado la intrincada arquitectura financiera de las Cascadas.

Los problemas surgieron tras conocerse que SQM estaba involucrada en una amplia red de pagos ilegales a campañas políticas del más variado signo ideológico. Además del impacto político y judicial del caso, el descubrimiento dividió al directorio de la minera y puso en alerta a los accionistas institucionales, entre ellos los ADRs. También provocó la salida y luego la acusación penal de quien fuera por dos décadas el principal ejecutivo de la firma, el ex gerente general corporativo Patricio Contesse.

A esta situación se sumó este año la posición intransigente de Corfo, cuyo vicepresidente es Eduardo Bitran. Este ex ministro no solo endureció el tono del arbitraje que tenía desde diciembre de 2013 la entidad con la minera por el contrato de arriendo por pertenencias en el Salar de Atacama, y por el cual SQM obtiene entre el 39% y el 75% de sus ingresos totales, dependiendo de quién calcule el número. Corfo no se contentó con exigir más pagos a la compañía minera, sino que pidió terminar el contrato con ella.

Según conocedores del caso, la razón es política: en la entidad estatal consideran que su gobierno corporativo -en otras palabras, el control que ejerce Julio Ponce-, hace de SQM un socio «incómodo» para el Estado de Chile.

La ira de Bitran se acrecentó con la partida de Guilisasti de Corfo para irse a las Cascadas. Lo acusó de contar con información clave en la estrategia contra SQM y pidió a Contraloría que se pronuncie. Hoy está a la espera de ese pronunciamiento para definir si se demanda a Guilisasti o no.

La ofensiva de Corfo ha tenido varios aliados en el Gobierno. El Consejo de Defensa del Estado (CDE) se involucró en el juicio contra SQM. Corfo también instó a Aduanas y a la Comisión Chilena de Energía Nuclear, presidida por Jaime Tohá, a fiscalizar mejor cómo la firma exporta los productos provenientes del Salar y, sobre todo, que verifique si las cantidades embarcadas son las que declara SQM.

Increíblemente, dicen en Corfo, antes nadie fiscalizaba y la autoridad se contentaba con la información proporcionada por la minera no metálica. Tras una dura pelea, finalmente un químico experto encomendado por la Corfo auditará desde enero el contenido de las «salmueras» del Salar de Atacama que se exportan, para comprobar el contenido de litio y otros minerales.

A la par de este control, fuentes de la industria comentan que la entidad gubernamental estudia nuevas acciones legales, entre ellas, una acción penal por el delito de estafa, contra SQM.

¿Y Guilisasti? El ex presidente de la Corporación de la Producción y el Comercio, de Viña Emiliana, ex dirigente de la Sofofa y uno de los pocos empresarios con redes, contactos y habilidades para comunicarse directamente con La Moneda, ha trabajado en silencio en pos de un objetivo: «Que SQM y la Cascada solo den noticias en el área de negocios», dijo hace dos meses en entrevista con Pulso.

JULIO PONCE puso sus ojos en SQM desde 1980, cuando fue designado gerente de empresas de Corfo por su entonces suegro, Augusto Pinochet. Desde 1987 hasta 2015 fue presidente de la minera no metálica y por dos décadas, de las Cascadas. De estas últimas firmas salió en septiembre pasado para ser reemplazado por Rafael Guilisasti.( El Mercurio )

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