Propiedades antimicrobianas del cobre en beneficio de la salud y la producción industrial

planchas de cobreEl cobre, descubierto hace unos cinco mil años AC, supera a otros metales por su poder como antimicrobiano. No en vano fue utilizado en etapas tempranas de la civilización por egipcios, griegos, romanos y aztecas para curar heridas, realizar procedimientos quirúrgicos (incluso trepanaciones) o tratar el agua para su consumo.

La misma naturaleza parece reflejar su rápida acción, debido a que bastan bajas concentraciones del metal en una superficie de contacto para que éste ejerza sus propiedades antimicrobianas. Alta eficacia que también tiene que añadírsele el factor tiempo, “eliminando cerca del 99.9% de las bacterias dentro de las dos horas siguientes de exposición”, precisa la jefa Comunicaciones Latam & Marketing Brasil de la International Copper Association Latin America, Milena Guirao.

“No obstante, sus mecanismos de acción son complejos y variados”, precisa la International Copper Association (ICA). Parte del secreto está en la propiedad que tiene el cobre para donar y aceptar electrones. Siendo capaz de alterar la integridad de las membranas celulares de los microorganismos, causando oxidación y daños en los componentes grasos de su estructura. Ante este evento, “en las membranas de los microbios se produce fuga de nutrientes y muerte de las células”, destaca el ICA.  Metal que también se liga a proteínas que los microorganismos requieren para su funcionamiento, lo cual inhibe o altera la fabricación de las mismas. “Lo importante es que podemos asegurar, según sólidos trabajos científicos,  que el cobre no destruye ni modifica el ADN bacteriano y, por consiguiente, tampoco el ADN de células humanas”, aclara la doctora Valeria Prado.

Conclusiones que pudieron demostrarse por las múltiples investigaciones de laboratorio sobre la eficacia bactericida del cobre, realizadas en diferentes instituciones de todo el mundo, incluyendo el Reino Unido (la Universidad de Aston, la Universidad de Southampton y la Universidad de Kingston), EE.UU., Sudáfrica, Alemania y Japón.

Infecciones intrahospitalarias

Una de esas investigaciones se llevó a cabo en el hospital irlandés Saint Francis, ubicado en Mullingar, recinto que fue el primero en el mundo en instalar  manillas de cobre en las puertas en un intento por reducir las infecciones tales como MRSA (una bacteria que se ha vuelto resistente a varios antibióticos, primero a la penicilina en 1947 y luego a la meticilina, y que puede causar la muerte en pacientes con heridas profundas, catéteres intravenosos, o conectados a ventiladores mecánicos).

Chile no ha sido la excepción a estos estudios, los que, en marzo del 2010, culminaron con datos altamente auspiciosos. La International Copper Association Ltd. (ICA), InnovaChile de Corfo, Codelco y Fundación para la Transferencia Tecnológica (Untec, Universidad de Chile) unieron capacidades para consolidar un proyecto que significó una inversión de $580 millones. Recursos que pudieron aprovecharse en seis salas UCIs del Hospital del Cobre Doctor Salvador Allende de Calama, en donde se siguieron los mismos protocolos de tres centros hospitalarios de Estados Unidos. Durante 30 semanas se tomaron muestras a diario en las 6 salas UCI. “De la comparación de la carga bacteriana de los objetos en las salas sin cobre, con los resultados de las muestras tomadas en los objetos en las salas con cobre, se pudo determinar científicamente la efectividad bactericida y desinfectante del metal rojo”, explica Guirao. De esta manera el estudio mostró que en las superficies con cobre desaparecían hasta el 92% de las bacterias, incluyendo las más agresivas, resistentes a los antibióticos y causantes de serias infecciones intrahospitalarias.

Con todo, estas investigaciones en Chile y en otros países le atribuyen al cobre antimicrobiano una gran cantidad de mejorías en la productividad, específicamente en el área de salud. Un estudio publicado recientemente en la Revista de Control de Infección y Epidemiología Hospitalaria SHEA (SHEA Journal of Infection Control and Hospital Epidemiology), ha revelado que el uso de superficies de cobre antimicrobiano en habitaciones de hospital puede reducir el número de infecciones intrahospitalarias en un 58% en comparación con los pacientes tratados en unidades de cuidado intensivo sin superficies de contacto con cobre. El ICA explica que en los Estados Unidos, 1 de cada 20 pacientes hospitalizados desarrolla una infección intrahospitalaria, resultando en alrededor de 100.000 muertes por año. Grave problema que se suma a los costos económicos asociados a la prolongación de la estadía de estos pacientes en los centros de salud públicos y privados, tras adquirir virus y bacterias en estos recintos.

Por ello es que en Chile se busca prevenir las enfermedades contagiosas vía contacto, con la implementación en centros hospitalarios de las primeras unidades con este material, principalmente, en unidades de pacientes críticos (UPC) del Hospital de niños Roberto del Río, la ex Posta Central, el Hospital de Calama y algunas clínicas privadas como Las Lilas.

Otras aplicaciones

En Chile, transitan más de seis millones de personas por los controles migratorios  dispuestos por  la Jefatura Nacional de Extranjería y Policía Internacional en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Por lo mismo, el ICA señala que los aeropuertos no escapan a las bondades del cobre. “El aeropuerto de Santiago en mayo de 2014 inició un proceso de inclusión de superficies de cobre bactericida en superficies de contacto de alto tráfico como son las casetas de policía internacional”, añade Guirao.

El Antimicrobial Copper Cu+, además, certificó las superficies antimicrobianas en el transporte público, hecho que dio sus primeros pasos a través del proyecto piloto implementado en el Tren Subterráneo de Santiago de Chile. En tanto que la Internacional Copper Association (ICA-Procobre) intervino con cobre superficies de mesas, agarraderas y barandas de establecimientos educacionales como el Jardín infantil Pinta Cuentos y el Colegio José Toribio Medina de Ñuñoa.

La propiedad antimicrobiana también está presente en las jaulas de cobre, ayudando a la industria salmonera de Chile a tener una mejor productividad. “Mallas hechas con aleaciones de cobre entregan ambientes más limpios para criar peces, lo que asegura una mayor productividad en la faena de peces. Lo anterior debido a que la materia orgánica (microorganismos, plantas, algas, gusanos de tubo, lapas y moluscos) que adhiere a los otros materiales no crece en la malla hecha de aleación de cobre”, añade Guirao.

Estas mallas, según datos manejados por el ICA, permiten una mayor oxigenación; reducen la concentración de patógenos; eliminan hongos, moho e inactivan partículas virales y evitan el escape de peces y ataques de depredadores. Además son 100% reciclables y generan menos emisiones de CO2 al medio ambiente.

El foco lácteo

Nuevos usos del cobre que ahora también dirigen la mirada y encienden los focos en la industria lechera. Así es como Codelco Lab y la marca Cow Guard implementaron industrialmente su gel bactericida con sales de cobre en la producción lechera de Chilterra, en todo un periodo productivo.

“Este gel evita de forma efectiva que estos microorganismos patógenos lleguen a la glándula mamaria y provoquen mastitis, enfermedad causante de las mayores mermas económicas en la industria láctea y con pérdidas mundiales de 35.000 millones de dólares al año”, destaca Codelco Lab.

El resultado sobre la eficiencia de este gel bactericida, explica Codelco Lab, hace una considerable diferencia entre los productos yodados y el beneficio del uso del cobre en la fórmula única de Cow Guard, revelando un aumento en la inhibición del crecimiento de microorganismos patógenos en la ubre del bovino, desde un 40% a un 70%.( NM)

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