Aunque los cálculos de las compañías es en base del largo plazo, yacimientos con corta vida útil podrían rehacer estimaciones.
La debacle en el precio del cobre en las últimas semanas pone presión a la gestión de las mineras en todo el mundo. Resguardar el margen operacional es el primer objetivo de las compañías en estos momentos, sin embargo, no pueden escapar de la caída en sus ingresos y, tampoco, de la desvalorización de sus principales activos: las reservas de sus yacimientos.
Aunque en las minas con extensa vida útil, se utiliza el precio de largo plazo para calcular el valor de los minerales todavía bajo tierra, el escenario cambia si se trata de unidades con un horizonte cercano para terminar su operación, ya que en algunos casos deberían rehacer las proyección debido al descenso mucho más brusco que el esperado.
Esto se evidencia el descenso en el precio de 5,5% en sólo una semana. ¿Cuánto impactó en la valorización de las reservas, probadas y probables, de las principales minas chilenas? De acuerdo a información de IntelligenceMine, las reservas de las principales faenas del país suman 147,1 millones de toneladas, las que al cierre del lunes 16 de noviembre tenían un valor de US$ 700.487 millones, la que cayó a US$ 661.571 millones en base a la cotización de ayer del metal rojo, que finalizó en US$ 2,04 la libra.
En otras palabras, en solo una semana, las principales faenas -que cuenta a Escondida, Collahuasi, Los Pelambres, Los Bronces, El Teniente, RT, Andina y Chuquicamata- se desvalorizaron, medido en las reservas contabilizadas por IntelligenceMine, en US$ 38.916 millones, equivalente a una baja de 5,5%.
Las más afectadas
En el análisis particular, las compañías con mayor cantidad de reservas, tanto probadas como probables, son las que presentan una mayor caída nominal en valor. Es por eso que Escondida, que cuenta con 50,6 millones de reservas según el sitio especializado, lidera también el descenso en este ejercicio, pasando de US$ 240.956 millones el lunes 16 a US$ 227.569 millones a ayer. Es decir, una pérdida de valor de
US$ 13.387 millones en siete días. Eso sí, apuntan los expertos, para este caso, debido a las expectativas de vida útil de la faena, las estimaciones internas de la empresa no cambiarían mucho al considerar el precio a largo plazo.
El mismo fenómeno ocurre con Collahuasi, ya que los 26,2 millones de reservas que tendría, valían al inicio de la semana pasada US$ 124.764 millones, mientras que siete días después pasó a US$ 117.832 millones, es decir, un deterioro de US$ 6.932 millones.
¿Recalcular reservas?
El principal efecto en la caída en el precio es la caída en los ingresos y, pese a los esfuerzos por contener y disminuir costos, en los márgenes. Sin embargo, un componente del valor que el mercado le asigna a las mineras que transan en bolsa es la valorización de sus activos.
Así lo explica el ex ejecutivo de Anglo American y director de la Escuela de Minería de la Universidad Central, Miguel Ángel Durán, quien señala que “los recursos y reservas de las minas tiene relación con el LOM (vida útil de la mina) de las faenas, aunque se hace con el precio del largo plazo, periodo en el que se disipan estas caídas de corto y mediano plazo en la cotización”.
Pero, comenta, esta situación sí podría impactar a las faenas con menos vida útil, las que deberían recalcular los ingresos pronosticados para el periodo de operación de las minas. “No creo que estemos de manera generalizada en que las empresas deban revalorizar sus reservas, aunque en minas que tengan menores perspectivas de operación, como un cierre para 5 años más, y las empresas llegan a la convicción que el precio será en realidad menor que al proyectado, en algún momento tienen que reconocerlo y hacer un recálculo”, sostiene.
Para el profesor de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, el impacto en los ingresos es lo que más analizan los inversionistas, pero sí existe un componente en la acción relacionada a la valorización de sus reservas.
“Hay fórmulas para establecer cómo impacta en las reservas las caídas del precio de cobre, lo que influye en el mercado, pero no es lo más relevante”, finaliza.
Fuente: Diario Financiero