El panorama de la construcción modular en Chile

constru moduLos sistemas de construcción tradicionales, húmedos, lentos y pesados a pesar de sus virtudes de durabilidad y mano de obra asequible, consumen una creciente cantidad de energía en producción y traslado de materiales, construcción y uso confortable, hacen necesario dar paso a un proceso de racionalización caracterizado por la eficiencia en el uso de los recursos, uso de materialidad y procesos con mayor tecnología e industrialización, conducente a menores perdidas, mayor rapidez y mejor control de calidad entre otros factores.

Aparecen conceptos de prefabricación, panelización como pasos previos conducentes a una cierta industrialización, entre ello el concepto prefabricación y de la coordinación modular como aspecto necesario. Utilizando sistemas modulares, normalmente de paneles bidimensionales, estos sistemas constructivos no lograron desarrollar plenamente la industrialización de la construcción en Chile, mientras en países más desarrollados tecnológicamente ya se utilizaban sistemas modulares en tres dimensiones.

Un actor inesperado

Paralelamente, dado el incremento comercial aparece el conteiner como módulo para el transporte y las altas cantidades de éstos apilados en los puertos, una vez terminada su vida útil lo hacen centro de atención como elemento reciclable de gran calidad constructiva. A partir de los años 80, en Chile, se utilizan estas unidades para instalaciones de faenas y mineras.

El auge minero de los años siguientes, con su demanda por mejores estándares y prestaciones a sus instalaciones, hace crecer la oferta de construcción modular, la que con acceso a nuevos materiales, aislaciones térmicas más eficientes, sistemas de climatización, instalaciones incorporadas, logra mejores terminaciones y estándares de confort, conformando una buena alternativa a nuestra realidad de poca industrialización de sistemas constructivos industrializados en planta. Al favorecerse de la tecnología de fabricación de éstos y de sus características constructivas, los sistemas buscan superar la demanda industrial y logran ganar terreno en viviendas unifamiliares y proyectos de pequeña escala.

El 27F 2010 se transforma en un hito importante, a partir de la urgente necesidad de sostener ciertas actividades en lugares colapsados, encontraron en la construcción modular respuestas concretas y eficientes, con rapidez fueron ejecutados proyectos y edificios. Fueron espacios de reactivación y de esperanza para comunidades que necesitaron respuestas, visibilizándose y validándose a nivel país, mostrando que este tipo de construcción puede -más allá de sus limitaciones de diseño y de su característica utilitaria- convertirse en edificios con más carácter, con más sentido social y comunitario, potenciando su materialidad, forma y dimensiones trasportables.

Con el reto de mantener su raíz, rapidez, control de proceso, calidad y costos, mejoras en la productividad, disminución de perdidas, entre muchas otras virtudes, y lograr mejoras en lo proyectual para entregar soluciones urbanas -ya no solo en contextos aislados- respuestas variadas y heterogéneas, lograr proyectos en media altura aplicable a soluciones SERVIU, posibilitar sistemas de utilización abiertas dejando atrás los sistemas industrializados cerrados que están en pérdida de valor y propiciar soluciones de «industrialización sutil» incorporando en sus soluciones de vivienda, conceptos de apropiación y e individualización por el usuario,

Hay un amplio espectro de soluciones por encontrar con la arquitectura y construcción modular, de cómo la industria puede conquistar estos espacios con soluciones apropiadas dependerá el crecimiento y universalidad de un sistema que recién asoma en nuestra construcción.( El Mercurio )

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