Un cambio estructural proyecta en el país el mercado del ácido sulfúrico, pasando de un balance deficitario hasta el año 2019, a una situación de excedentes desde 2020, todo esto de acuerdo a datos del último informe sobre esta industria elaborado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).
Dicha investigación establece que esto se debe a variables tales como el aumento de la producción proveniente de quemadores de azufre en el caso de la oferta, como a la disminución de los consumos provenientes de la minería del cobre por cierre de operaciones SxEw e inexistencia de nuevas iniciativas, por el lado de la demanda.
Cochilco asegura que el estudio se basa en la información recibida por parte de las compañías productoras y consumidoras de ácido sulfúrico. El trabajo corresponde a la actualización del informe anual que caracteriza el mercado chileno del ácido sulfúrico al año 2014 y proyecta el balance entre oferta y demanda tanto a nivel nacional como regional hasta el año 2024.
Todo esto debido a que el consumo de ácido sulfúrico en Chile llegue a su segundo máximo histórico durante 2015, con un valor cercano a las 8,5 millones de toneladas, 6,6% más alto que el declarado para 2014. Sin embargo se espera que este nivel de consumos tienda a la baja, alcanzando su mínimo hacia el 2021 (5,8 millones de toneladas) y llegando a 6,3 millones de toneladas al terminar el período de análisis de este trabajo al año 2024, 1,65 millones menos que lo registrado en 2014.
A su vez, aunque el perfil base considere mayormente faenas consumidoras de ácido en operación, en este caso también se considera un proyecto nuevo ad portas de su puesta en marcha: Antucoya, la cual mitigaría levemente la declinación esperada en los consumos base.
A su vez, esta declinación de los consumos base se debería principalmente al agotamiento de recursos lixiviables y cierre de operación de algunas faenas de cobre hacia fines del próximo decenio: Collahuasi, Sagasca, Quebrada Blanca, Mantos Blancos, Michilla, Las Cenizas, Franke, Mantoverde y Carmen de Andacollo. De esta manera, se observa que algunas operaciones de Codelco, tales como Chuquicamata (Hidrosur), Radomiro Tomic y Salvador, reducirán sus consumos debido a estos mismos problemas, destaca el informe.
De acuerdo al perfil potencial de consumo, este está compuesto principalmente por iniciativas de reposición y de expansión marginal de operaciones actuales, y por tres proyectos nuevos: El Espino, Diego de Almagro y la potencial producción de óxidos de la reciente operación de Sierra Gorda.
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