Estimular y consolidar el área de teleoperación y uso de vehículos aéreos no tripulados (drones) en la industria minera y agricultura es uno de los objetivos de un proyecto que está realizando el Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) de la USM.
Y es que la evolución tecnológica de los últimos años ha provocado que en la actualidad se pueda contar con diversos drones con infinidad de sensores, lo que los convierte en un instrumento con un potencial enorme de innovación e investigación aplicada. En este contexto, el Centro AC3E ha intensificado los trabajos que involucran a dichas aeronaves.
Chile ha sido uno de los pioneros en la implementación de una normativa que regula el uso de drones. Así, el 10 de abril pasado la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) lanzó la normativa DAN-151 que describe los requisitos que deben cumplir quienes operan dichas aeronaves en asuntos de interés público y que se efectúen sobre áreas pobladas.
En este contexto, el investigador postdoctoral de la Línea Robótica del AC3E, Dr. Lucio R. Salinas, explica que la idea principal de los proyectos que se están desarrollando es poder ofrecer a la industria y sociedad chilena un conjunto de soluciones a partir de la innovación en la captura y el análisis de los datos obtenidos mediante el uso de drones.

Diversas aplicaciones

La teleoperación de drones tiene muchas aplicaciones promisorias e importantes para la sociedad chilena en general. A juicio del Dr. Salinas, el interés por el uso avanzado de estas aeronaves va a aumentar a medida que se avance en estos proyectos.
Actualmente, hay rubros productivos que se podrían beneficiar, por ejemplo, el diagnóstico y seguimiento de cultivos en el sector agrícola o el levantamiento topográfico en la industria minera.
Además, aplicaciones relacionadas con el medio ambiente (monitoreo ambiental, meteorología, detección de incendios forestales), la seguridad (monitoreo y vigilancia de redes y tráfico, patrulla de fronteras, búsqueda y rescate) y la inspección y supervisión de obras (estructuras civiles de gran tamaño, líneas de alta tensión, oleoductos y gasoductos).
Desafíos pendientes

Si bien la implementación de una normativa es importante, todavía falta mucho por hacer en Chile. El Dr. Salinas sostiene que se deberían establecer diferentes categorías de los drones de acuerdo a su tamaño, y en base a eso instaurar distintos requisitos, tanto para la persona que lo va a operar (credenciales, exámenes psicofísicos, cursos de manejo, etc.) como para la aeronave (sistema de control y guiado, paracaídas de emergencia, etc.). «Un tema importante es el requisito de un seguro para costear eventuales daños a terceros, la DGAC ya está avanzando en este sentido».

( El Mercurio )