El oro no es como el petróleo: recortar la producción no afectará a su precio

Para la mayoría de los productores de materias primas, una oferta menor puede significar precios más altos y, por ende, más beneficios.

El petróleo ha sido el mejor ejemplo, cuando los precios no eran los ‘adecuados’ para la OPEP, el cártel recortaba la producción, el crudo subía de precio y los beneficios aumentaban en los países productores. Parece que n el caso del oro, esta situación no es extrapolable.

 

Con el lingote de oro cerca de mínimos en cinco años y los inversores deshaciéndose del metal que han acumulado durante cerca de una década, algunas compañías mineras están ya perdiendo dinero y la producción podría empezar a caer por primera vez desde 2008. Si la historia sirve para intentar prever que va a ocurrir con el precio de este metal precios, las reducciones en la oferta tendrán escaso impacto en el mercado y en su precio.

Tal y como publica el portal financiero Bloomberg, el ‘peak gold’ (momento en el que la producción de una materia prima comienza a descender) podría estar a la vuelta de la esquina. Muchos expertos habían vaticinado que el petróleo llegaría a su pico de producción pronto, la tasa de disminución de los pozos perforados seguiría creciendo, mientras que encontrar nuevo petróleo era cada vez más difícil. Sin embargo, la tecnología ha permitido que el fracking y la extracción de petróleo en aguas ultra-profundas sea posible, dejando en evidencia a todos los defensores del ‘peak oil’. La producción de oro si podría comenzar a descender, no por la escasez, sino por el poco interés de los inversores y los consumidores de joyas.

Y es que el oro es considerado como un activo financiero, desde las barras y las monedas hasta las joyas traspasadas a entre padres e hijos. De modo que cada onza que alguna vez fue extraída de la tierra todavía existe en el mundo (el petróleo consumido no puede volver a ser usado). El metal reciclado representa más de un cuarto del suministro anual. Aunque las minas ya están reduciendo su actividad, el precio del oro ha caído un 29% entrando en una tendencia bajista. Mientras que en 2010 y 2011los excedentes de producción no lograron evitar que los precios alcanzaran récords.

«La incógnita es si aumentar o reducir la producción tiene algún efecto sobre el precio del oro», explica Paul Gait, analista en Sanford C. Bernstein en Londres.

 

Producción minera

La producción minera global avanzó 24% en una década hasta un récord de 3.114 toneladas métricas en 2014, dado que las empresas extrajeron más oro para aprovechar un mercado alcista de 12 años en los precios, según datos de la firma investigadora del sector GFMS. Cuando los precios son altos y el margen de beneficios acompaña, muchas empresas se suben a la ola y empiezan a cavar para extraer oro. Ahora que el precio está en una tendencia bajista, el movimiento es el contrario.

Aproximadamente 65% del oro que se extrae o se recicla se utiliza en joyería o en artículos industriales, mientras que el resto lo compran inversores que buscan lograr un beneficio vendiendo este metal cuando su precio suba o que lo usan para diversificar sus carteras.

El oro ya se ha desplomado un 40% desde desde el récord de 1.921,17 dólares la onza alcanzado en septiembre de 2011 cuando los compradores perdieron la fe en el metal como reserva de valor. Las perspectivas de que EEUU suba tipos y un dólar más fuerte empujaron al metal hasta los 1.077,40 dólares el 24 de julio, el nivel más bajo desde febrero de 2010.

Desde entonces, los lingotes han recuperado casi un 6% hasta hasta los 1.148,56 dólares. Las dudas sobre el crecimiento de China y otras potencias emergentes ha provocado un crash en las bolsas de casi todo el mundo, y como es habitual el oro se ha convertido en el activo refugio de los inversores que huyen despavoridos de la renta variable.

A pesar de la recuperación, los precios no son lo suficientemente altos para algunos productores. Un 10% de las minas del mundo está perdiendo dinero, según la firma de investigación Metals Focus. La producción comenzará a caer a comienzos del año próximo, según los máximos responsables ejecutivos de Randgold Resources. El máximo responsable ejecutivo de Gold Fields espera una «gran caída» a partir de 2018, mientras que HSBC ha asegurado que la caída será de 25 toneladas este mismo año.

Con los precios alrededor de 1.100 dólares, la producción probablemente caerá 18% al final de esta década, estima Metals Focus. Esto se debe a que el sector necesita de media un precio de la onza de 1.200 dólares para cubrir los gastos cuando se tienen en cuenta todos los gastos, según James Sutton, gerente de cartera en Natural Resources Fund, un fondo de inversión que gestiona unos 2.000 millones de dólares.

 

 

El Economista

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