Las debilitadas inversiones y la debilidad del peso chileno frente al dólar han tenido un efecto negativo en el crecimiento económico del país, según Moody’s.

Cinco de las once compañías calificadas chilenas presentaron perspectivas negativas a finales de junio 2015. Ello por condiciones específicas de cada entidad, como liquidez ajustada, expansiones financiadas a base de endeudamiento o menor demanda de commodities. El entorno macroeconómico chileno y su solidez institucional, sin embargo, serían las claves para hacer frente a la desaceleración de las inversiones y el consumo.

“Una serie de reformas fiscales en 2014 fortalecieron las políticas fiscales de Chile y su compromiso con la reducción de la deuda, pero durante el proceso también condujeron a una reducción temporaria de las inversiones y el gasto de consumo”, indicó Bárbara Mattos, Vice President – Senior Credit Officer de Moody’s.

A pesar del sólido perfil crediticio del país, la desaceleración de su crecimiento ejercerá presión sobre la rentabilidad y la demanda de las compañías que dependen del consumo, mientras que los bajos precios de los commodities y los crecientes costos de producción tendrán ponderación sobre el sector minero chileno, señaló Moody’s Investors Service.

La agencia calificadora de riesgo proyectó un crecimiento del PBI de Chile de 2.7% para el 2015, y de 3.2% para el 2016. Por otro lado, el Índice de Percepción Económica (IPEC)de Chile disminuyó 1.8 unidades durante el mes pasado, con lo que se mantuvo por decimotercer mes seguido en el área pesimista, reveló la encuestadora Gfk Adimark. ( Semana Económica )