Dirigentes de los sindicatos El Abra y San Lorenzo, bloquearon ayer la ruta de acceso a la minera en protesta por una serie de incumplimientos en que habría incurrido la empresa. Entre ellos, el pago arbitrario de los bonos de gestión, maltrato de parte de la línea de supervisión hacia los trabajadores y deficiencias de infraestructura.

La toma de la ruta, que tuvo lugar a la altura del cruce con la línea férrea, se inició a las 06.00 horas de la mañana y se extendió hasta las 09.00, lo que atrasó el ingreso del turno A que integran cerca de 300 trabajadores, detalló la recientemente electa presidenta del sindicato El Abra, Juana Mejías.

«Los trabajadores estamos muy disconformes con el bono de gestión que tenemos, porque a nosotros siempre nos perjudican los costos, aun cuando nos esforzamos en cumplir las metas», explicó la dirigente, quien aclaró que estos bonos se pagan cada tres meses y está sujeto a varios factores, «pero esos factores siempre terminan perjudicarnos y además los jefes, los altos mandos, reciben sobre los $2 millones y nosotros $100 o 200 mil, siendo que somos nosotros los que ponemos el lomo».

Además, agregó Mejías, «hay maltrato de los supervisores, nos humillan, se acusa a trabajadores injustamente y no se hacen investigaciones. Hay persecución, acusaciones, se denosta mucho a los trabajadores, no hay un sano ambiente laboral».

Otro punto que los inquieta es la carrera funcionaria, pues, asegura la dirigente, «tampoco hay ascensos, de hecho hay trabajadores que tienen 10 o 15 años con la misma escala, entonces tampoco se valoran a las personas, no se nos retribuye nada».

En materia de infraestructura, la presidenta apunta que hay hacinamiento en la sala de cambio, en donde «los trabajadores están, prácticamente, vistiéndose espalda con espalda. Nosotras, por ejemplo, somos siete mujeres y tenemos dos duchas, y para los hombres, que son muchos más, es peor».

«Además -continuó Mejías- la empresa no tiene un plan de contingencia en el casino y cuando no hay agua no les dan alimentos a los trabajadores. La empresa argumenta que se congelan las líneas, pero son 12 horas de trabajo y no les dan ningún tipo de alimentación».

Consultada sobre si lograron entablar diálogo con la administración tras la toma, la directiva dijo que sí tuvieron un acercamiento. «La administración nos preguntó que por qué no habíamos dialogado primero, pero nosotros lo intentamos con Relaciones Laborales, pero no nos contestan las llamadas ni los correos, no hubo respuesta, nos cansamos y decidimos movilizarnos», dijo Mejías.

La dirigente, consultado sobre cuál será el siguiente paso de la dirigencia, adelantó que «ahora esperamos respuestas y si no llegan nos vamos a movilizar nuevamente el lunes, aunque tengamos que amarrarnos en la gerencia si es necesario. Además la empresa está amenazando con descontarles las horas de atraso a los trabajadores y ellos no se manifestaron, se mantuvieron en todo momento en el bus», dijo.( El Mercurio de Calama)