Tras un año y medio de paralización de la central Bocamina II -que causó perjuicios importantes a la compañía y que se encuentra retomando operaciones-, Endesa enfrenta nuevamente problemas, pero esta vez por la primera unidad.

Ayer, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) inició un proceso sancionatorio contra cinco generadores termoeléctricas por incumplimientos graves y gravísimos a la norma de termoeléctricas, con lo que arriesgan la revocación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la clausura temporal o definitiva, o bien multas de hasta US$ 5 millones en el primer caso, y de US$ 10 millones en el segundo.

Bocamina I, de Endesa; San Isidro, de la empresa del mismo nombre, y CTM 1 y CTM 2, de E-Cl, superaron la norma de emisión de material particulado en 2014, infracción calificada como grave. También lo hicieron las unidades 3, 4 y 5 de la central termoeléctrica Huasco, la central termoeléctrica Diego de Almagro, y la central Tarapacá, todas de Endesa; aunque estas recibieron infracciones gravísimas por no entregar la información necesaria para acreditar el cumplimiento de la norma. A su vez, por esta misma razón se inició un proceso sancionatorio en contra de la central El Salvador, de SQ Consulting.

Fuentes de la SMA dijeron que las firmas podrían enfrentar serias dificultades por no entregar los datos, ya que a fin de año el organismo deberá entregar al SII los antecedentes para que se les cobre por primera vez el impuesto verde. Sin la información disponible, este no podrá proceder.( El Mercurio)