Productividad y empresas proveedoras: Por Álvaro Merino, gerente de Estudios de SONAMI.

El crecimiento de la minería este año se situaría en un 3%, con una producción de cobre récord cercana a los 6 millones de toneladas métricas de cobre. Asimismo, estimamos exportaciones mineras por US$40.000 millones.alvaro merino

El mercado del metal rojo mostrará este año un aumento en la producción, pero con precios menores a los del año anterior. En las últimas semanas, la cotización del cobre ha mostrado el peor nivel en cuatro meses, lo que por cierto es preocupante. Sin embargo, consideramos que hay que tener cautela porque lo que observaremos en el precio del cobre en los próximos meses es su alta volatilidad, y estamos confiados en que esta tendencia a la baja registrada en las últimas semanas se revertirá en la segunda mitad del año.

Si bien la producción de cobre, que es el principal producto minero, se incrementará este año en un monto cercano a las 200.000 toneladas, ello no compensará la importante caída en la cotización del metal rojo, motivo por el cual estimamos que el aporte de la minería al financiamiento fiscal, que comprende tanto excedentes de Codelco como tributación de la minería privada, se situará en torno a los US$ 4.000 millones durante el año 2015. Este monto es sustancialmente menor al registrado el año pasado donde alcanzó a US$ 4.868 millones.

En este escenario, con un precio del cobre tan volátil y una industria que, aunque cuenta con una potente carpeta de inversiones, tiene muchos de sus proyectos de inversión en proceso de revisión o han postergado la fecha de puesta en marcha por diversos motivos, uno de los puntos en que la industria minera -y por cierto también la proveedora- ha puesto énfasis es en la pérdida de competitividad y  productividad observada en los últimos años.

Las explicaciones a este fenómeno son muchas y variadas. Sin embargo, en parte se debe a factores estructurales, como son el envejecimiento de las minas, menores leyes, mayor dureza de la roca y mayores distancias de acarreo. Estos factores seguirán empeorando y, por lo tanto, implicarán disminuciones de productividad en el futuro. A lo anterior se agrega la baja productividad del capital, ello es especialmente relevante en esta industria que se caracteriza por ser intensiva en este factor de producción y, además, debemos sumar la importante caída en la productividad laboral.

Desafío estratégico

Por tanto, el gran desafío estratégico de la minería hoy es precisamente recuperar la competitividad y elevar la productividad. Por ello, actualmente uno de los temas prioritarios en el quehacer de las compañías mineras es precisamente la optimización de los procesos productivos y de gestión, la capacitación permanente de sus trabajadores y la innovación continua en las actividades mineras, todo ello con el objetivo de elevar los niveles de productividad.

Menores niveles de productividad implican que para obtener el mismo nivel de producción se requiere mayor empleo de recursos, lo que en definitiva se traduce en mayores costos.

En este sentido, hay que seguir el camino que en esta materia han trazado Australia, Canadá, y EE.UU., países que tienen productividades significativamente mayores que las chilenas. Entre otros aspectos, la diferencia se explica porque hay factores institucionales que afectan, como también aspectos culturales y de gestión.

Por ejemplo, hay estudios recientes en Chile que indican que el tiempo real efectivo utilizado en la construcción de proyectos mineros es del orden del 40% a 50%. Ello se explica, entre otros factores, por carencias de habilidades gerenciales, bajo nivel de planificación de procesos, salarios no asociados con productividad, restricciones en el uso de la polifuncionalidad, etc. Si avanzamos con mayor fuerza en estas materias, como también en la mayor capacitación de los colaboradores de la minería y un uso más extensivo de la polifuncionalidad, estaremos transitando en la senda correcta para incrementar sustancialmente los niveles de productividad.

Un factor clave para aumentar la productividad es precisamente el rol que cumplen las empresas proveedoras. En este sentido, dichas compañías deben tener clara conciencia de que las empresas mineras lo que requieren de sus proveedores no es un bien o servicio determinado, sino que les entreguen soluciones eficientes que les permitan elevar la productividad. En este sentido, cada día es más importante contar con empresas colaboradoras que tengan personal con alto nivel de competencias y capacitación que les permita abordar los desafíos que enfrenta la industria minera. Aquí, el gran desafío es lograr posicionarnos no solo como productores, sino también como  proveedores de la minería a nivel mundial.( El Mercurio)

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