La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer este martes los resultados del consumo de agua y energía en la industria minera del cobre en Chile en el año 2014.
El estudio reflejó que mientras el consumo de agua fresca se presenta plano, con tendencia a la baja, el de la energía continúa en aumento.
Tras participar de la presentación del informe, realizado en la Universidad Central, la ministra de Minería, Aurora Williams, realizó un «reconocimiento a la industria en cuanto a haber aumentado la eficiencia en los procesos que guardan relación con el agua y la energía».
Según datos del estudio, el consumo de energía en la minería del cobre llegó a 161.716 TJ el año anterior, lo que significa un alza de 4,4% en comparación a 2013.
En relación al consumo unitario de energía -indicador que permite analizar la tendencia del consumo de energía en la producción minera- el informe arrojó un aumento desde 26,8 GJ por tonelada métrica de fino en 2013 hasta 28,8 GJ en 2014, lo que representa un aumento de 7%.
En cuanto al consumo total de energía en la industria, éste tuvo un incremento de 2,7% en energía eléctrica y otro 6,4% en combustibles.
De acuerdo a lo explicado por la titular de Minería, esta situación tiene que ver «con las características que tiene hoy la minería con un envejecimiento de los yacimientos, lo que implica naturalmente un mayor uso de combustible en el traslado del mineral desde la profundidad hasta las plantas».
A su vez, en la categoría de procesos, el consumo unitario de electricidad de la concentradora llegó a 80,3 MJ por tonelada de mineral procesado, lo cual respondió a un aumento de 0,8% respecto del consumo unitario del año 2013. Por otra parte, el consumo unitario de combustibles en mina alcanzó a 57,8 MJ/TM mineral extraído en 2014, representando un aumento de 0,7% respecto del año anterior.
Con respecto al consumo de energía en la minería del cobre, éste llegó a 161.716 (TJ) el año pasado, lo que implica un incremento de un 4,4% respecto del año anterior.
Con todo, los costos de energía representan hoy entre un 20% y 22% de los costos totales de la producción unitaria de cobre fino. Sin embargo, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Sergio Hernández, aseveró que esta cifra no irá en aumento. «Afortunadamente el porcentaje total de los costos va a ir disminuyendo. Por razones exógenas, como el aumento del dólar, pero también endógenas como una mejor gestión de las compañías».
Asimismo, precisó que en este sentido «vamos a hacer esfuerzos del sector privado y público en esto para que los costos totales que representa la energía en minería bajen a un 16-17%. De acuerdo a nuestras proyecciones, estimamos que en unos cuatro o cinco años más podamos estar bordeando este porcentaje».
Respecto al consumo de agua fresca de la minería del cobre, ésta fue de 12,7 m3/s en 2014, aumentando un 1,9% en relación al año anterior, en circunstancias que el mineral a procesar creció un 9,4% con respecto a 2013. El incremento se explica por servicios complementarios a la minería y otros usos no necesariamente ligados al ámbito productivo.
En términos de eficiencia, Hernández destacó la disminución en las tasas unitarias por mineral procesado para distintas operaciones de producción de cobre de mina, las que bajaron un 6,9% en el caso de plantas concentradoras y 13,7% para el caso del procesamiento vía hidrometalurgia en relación a 2013.
De esta manera, Hernández comentó que el consumo de agua y energía continuará aumentando en línea con el aumento de la inversión y la producción, lo que se extenderá por lo menos durante los próximos 10 años. «El próximo año pensamos que vamos a bordear las 6 millones de toneladas de contenido de cobre exportado como concentrado y fino; por lo tanto, seguirá aumentando el consumo de energía, tanto en combustibles como en energía eléctrica, así como también el consumo de agua», indicó.
«El porcentaje de aumento del consumo total de agua el próximo año estimamos que puede bordear el 5%. Y en energía, otro tanto, proporcional al aumento de la producción. Probablemente aumentando un poco más allá que la producción, pero disminuyendo por eficiencia y manejo de costos de las compañías mineras», apuntó.
Por esta razón, Williams señaló que el desafío para la industria es «no solo pensar en cómo absorbemos la nueva demanda de energía sino que además cómo somos capaces de controlar la demanda actual y futura en materia energética».
Agua de mar
A nivel nacional, el agua de mar representó un 16% del total de agua extraída, aumentando un 88,3% en relación al año 2013 al registrar un consumo de 2.423 litros por segundo. La cifra, se explica principalmente por la entrada en operación de nuevos proyectos que utilizan agua de mar. ( EYN)