Reforma laboral: empresarios unen fuerzas y crean comisión negociadora para pedir cambios

«La unión hace la fuerza» es un dicho popular que ayer los empresarios de todos los tamaños y sectores demostraron que se toman muy en serio.

El descontento que se vive en el mundo privado por el curso que está tomando la discusión de la reforma laboral -o «sindicalista» como la definen algunos dirigentes gremiales-, desembocó en la coalición de más de 50 asociaciones que ayer pasó de las palabras a los hechos.

Esto, tras considerar que sus propuestas no fueron consideradas en las más de 800 indicaciones que recibió la iniciativa, que ahora se discute en particular en la comisión de Trabajo de la Cámara Diputados.

Los gremios liderados por la Sofofa optaron por suspender cualquier tipo de negociación individual con el gobierno y los parlamentarios al suscribir un protocolo de acuerdo para abordar las eventuales negociaciones.

La coalición también está conformada por las otras cinco ramas de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), además de Multigremial Nacional de Emprendedores, la Confederación Nacional de Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme) y gremios sectoriales como Asimet, Asipla, Asoex, Salmón Chile, ChileTransporte y Sonapesca, entre otros.

Para lograr sus objetivos conformaron una comisión negociadora integrada por el timonel de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock; Juan Pablo Swett, presidente de Asech y Multigremial de Emprendedores; y Ricardo Mewes, presidente de la CNC.

Además, calificaron a la iniciativa como «antidemocrática y «peor» que la reforma tributaria, ya que estiman que será más difícil introducir cambios en la discusión actual.

Esto fue ejemplificado por el timonel de la Sofofa, Herman von Mühlenbrock, quien señaló que «una huelga votada por 100 trabajadores, aunque los 100 trabajadores quieran volver, no pueden volver si los cinco dirigentes sindicales dicen que no; y eso significa que la minorías están por sobre la mayoría».

«Tal como está la reforma hoy día le entrega un poder desequilibrado a los sindicatos. Dado eso, no hay vuelta atrás», recalcó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes.

El titular del gremio industrial también declaró que la reducción del plazo de implementación no va en la línea correcta, ya que esta es una reforma que requiere mucha más discusión.

«Hay que seguir conversando y analizando para hacer una reforma laboral para los próximos cincuenta años y no estar colocando simple urgencia y, además, anticipando su puesta en marcha», afirmó.

En este contexto, Mewes sostuvo que seguirán exponiendo con fuerza cuando el proyecto pase al Senado, «porque creemos que esta reforma no le hace bien al país y hay muchos elementos que se deben incorporar para que realmente hablemos de una reforma a largo plazo».

El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Patricio Crespo, destacó que el principal problema es que la propuesta legislativa no fue dialogada, recordando que los gremios agrícolas en particular pidieron durante cinco meses a la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, que los recibiera para discutir el tema.

Añadió que si bien la secretaria de Estado manifestó que existiría un espacio para conversar sobre el proyecto, en especial en lo relacionado con la adaptabilidad para los trabajadores rurales y temporales, eso no se ha logrado materializar.

«Al no haber un diálogo y no considerar la realidad del agro, las rigideces que plantea esta reforma en términos de negociación, de apertura a la huelga indefinida, sin reemplazo, etcétera, no se compadece con la sobrevivencia de la actividad y esto lo compartimos tanto los trabajadores como los empleadores», sentenció el dirigente del sector agrícola.

En el evento también difundieron el video «Por una Reforma Laboral para todos», donde participan los dirigentes y lanzan duras críticas.

«Las pyme pueden desaparecen»
Un punto que se refozó en el seminario de ayer fue que las firmas de menor tamaño serán las más perjudicadas si la reforma se aprueba sin más cambios. De hecho, el presidente de Conapyme, Rafael Cumsille, dijo que «la pequeña empresa podría desaparecer sin reemplazo en huelga».
A juicio del dirigente, quienes hacen las leyes parecen no conocer la realidad de algunos sectores que no podrían subsistir de no contar con este mecanismo, poniendo como ejemplo el agrícola, y lo que ocurría con las cosechas de coincidir con una huelga. «Aquí no se consideró el Estatuto Pyme para nada», alegó.
Lo anterior fue ratificado por el presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Juan Pablo Swett, quien señaló que la aprobación del proyecto desembocará en menos trabajo para las PYME, ya que las grandes empresas optarán por no correr riesgos ante el peligro de huelga y buscarán otras opciones.
En ese sentido, el líder de Asech dijo que se quiere diálogo y que se le quite inmediatamente la urgencia al trámite legislativo de la iniciativa. «No puede ser que con 800 indicaciones en la Cámara de Diputados tengo 30 días para poder leerlas», expresó.
La ministra Blanco intentó reunirse ayer por la mañana con los dirigentes de las pequeñas empresas, lo que confirmó el propio líder de la Conapyme. Pero Cumsille pidió reagendar la cita para poder asistir al cónclave. «Estudiaremos las indicaciones y esperamos que ella nos explique en particular cada una de ellas y así ver los alcances con nuestros asesores», concluyó.

Imagen foto_00000003Blanco: «Proyectos de ley no se hacen pensando en un grupo»

La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, fue enfática al señalar que las políticas públicas se construyen escuchando a todos los sectores y no a uno en particular. Así respondió a las críticas del sector privado, quienes reclaman falta de diálogo en el marco del debate de la reforma laboral.

«Los proyectos de ley y las políticas públicas no se hacen pensando en un grupo, se hacen pensando en todos y en el país», sentenció, al tiempo que recorcó que hubo un amplio debate prelegislativo donde se escuchó a todos. Luego de eso, afirmó, se avanzó y hoy «lo que hay es un proyecto equilibrado, que nos permite tener una mejor visión país, en cómo queremos entendernos trabajadores y empleadores». Por eso, llamó a todos los sectores a hacer valer sus puntos de vista.

Añadió que cuando se habla de que el proyecto se puede perfeccionar, la señal que da el gobierno es que está escuchando a todos los sectores y también que cree necesario ese debate, señalando, además, que las «buenas ideas se pueden incorporar».

También respecto de las críticas de los privados, dijo que «en una democracia usted tiene derecho a expresarse y a opinar. Eso es legítimo. Me parece que los actores cuando lo hacen, lo hacen cumpliendo también sus respectivas funciones y roles. Ahora, lo que en una democracia nadie puede aceptar es que esto se haga a partir de descalificaciones». No obstante, la ministra sostuvo que «he visto actores que seriamente quieren entrar en el debate desde su perspectiva y nosotros como gobierno escuchándolos a todos para construir una mejor política pública».

Sobre el video que lanzaron los gremios criticando la reforma, Blanco dijo que «siempre parto de la buena fe de los actores. Y en ese sentido, si esa reflexión, ese debate se quiere hacer a través de distintos instrumentos, bienvenidos, siempre que sea con altura de miras». ( Fuente: DF )

 

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