Por qué Contesse se convirtió en el «puente» entre SQM y la política

Los festejos del Día del Trabajo serán distintos este año en María Elena, una pequeña localidad de la II Región que se mantiene a flote gracias a las faenas de SQM, y donde hasta el alcalde vive en una casa perteneciente a la empresa.

«A los actos del 1 de mayo siempre venía él, pero ya no», advierte Nelson Avendaño, concejal UDI por la comuna nortina. Se refiere a Patricio Contesse González (62), quien a mediados de marzo dejó la gerencia general de la minera, tras desempeñarse en ella por 25 años.

El directorio de SQM le pidió la renuncia al calor de la investigación que salpica a la empresa. La fiscalía apunta a boletas o facturas pagadas por la minera a distintas figuras políticas -o personas relacionadas con ellas- en época de campañas o períodos cercanos. Integran la lista, entre otros, tres hijos del senador Jorge Pizarro (DC); un hijo del diputado Roberto León, del mismo partido; tres personas ligadas al senador Fulvio Rossi (PS); colaboradores del ex ministro Pablo Longueira (UDI), e incluso el fallecido Adolfo Zaldívar (PRI).

Contesse no es la única baja por el caso en SQM. El miércoles, Julio Ponce Lerou -«dupla» por décadas del ex gerente general en la empresa- perdió la presidencia del directorio. Previamente, Ponce había declarado ante la fiscalía: según trascendió, reconoció cuantiosos aportes para las campañas.

Como sea, es Contesse quien -en la práctica- se revela como el «puente» que permitió a SQM conectarse con el mundo político. Mismo ambiente en que hasta hoy Ponce genera «anticuerpos» transversales por ser ex yerno del fallecido general Augusto Pinochet.

«Buena relación con todos»

Las explicaciones sobre por qué Contesse -ingeniero forestal titulado en la U. de Chile- asumió ese rol son variadas. Y se relacionan con aspectos que van desde su personalidad y visión de los temas públicos, hasta su condición de presbiteriano practicante (ver recuadro).

Por el cariz que ha ido tomando el caso, los dirigentes políticos de los distintos sectores no están disponibles para reconocer públicamente que Contesse actuaba como una especie de «mecenas».

Reservadamente, en cambio, algunos de ellos lo admiten. Un legislador del norte, por ejemplo, asegura que el ex gerente entregó fondos «por años» a postulantes de todas las colectividades. Pero él mismo aclara que no sabe de eventuales retribuciones pedidas por SQM.

Lo que se alinea con otros testimonios, en cuanto a que, a través de esos donativos, Contesse -o la empresa- habrían procurado esencialmente mantener una «buena relación con todos».

Algunos llegan al punto de afirmar que esa era una de las «misiones esenciales» del ex gerente general. Quien, en consonancia con lo anterior, le dedicaba parte importante de su tiempo.

Era frecuente, por ejemplo, que figuras políticas pidieran reuniones acotadas con él. Pero que, a la postre, esos encuentros se prolongaran por una hora o más.

Algunas de las citas se daban en su oficina. Otras, en cambio, tenían lugar en almuerzos o cenas.

Su estilo en las reuniones

Personas que acudieron a esos encuentros lo describen como un gran anfitrión. Capaz de mantener conversaciones «muy interesantes» sobre temas como libros, viajes o fútbol. Y con suficiente tacto como para no poner tópicos incómodos sobre la mesa, incluso si el invitado tenía «problemas» con SQM.

Era frecuente, en todo caso, que en esas charlas se tomara también el pulso a la contingencia. O que se derivara a temas «profundos» como la fe, donde Contesse actuaba con delicadeza para no herir susceptibilidades y se mostraba tolerante con las creencias de los demás.

Su naturalidad para abordar esos asuntos explica que el ex gerente los haya tratado incluso en un plano más público. Como hizo en septiembre de 2010 cuando escribió para «El Mercurio» una columna sobre el Bicentenario, en que insertó varias citas bíblicas.

Vuelco con el laguismo

Más allá de eso, algunos creen que Contesse se acercó y apoyó con dinero al mundo político no solo porque cumplía una tarea de SQM, sino también por su convicción de que era necesario entregar recursos para garantizar el funcionamiento de la democracia.

En el ambiente político, uno de los pocos roces que recuerdan con Contesse data de la época del Plebiscito. Una versión indica que el ex ejecutivo habría «boicoteado» desde SQM -con el Himno Nacional a todo volumen- una visita que Ricardo Lagos, figura de la naciente Concertación, hizo a María Elena.

Los mismos datos señalan que una década más tarde, cuando Lagos ya era Presidente, el ingeniero hizo esfuerzos por recomponer lazos.

Tras el retorno de la democracia, en todo caso, el Ejecutivo también hizo algunos «gestos» a Contesse. Como en octubre de 1992, cuando -junto a otros empresarios- acompañó al Presidente Aylwin a una gira por Asia.

El nexo del ex gerente con la política quedó igualmente en evidencia con su participación en algunos encuentros que organizó el CEP entre empresarios y los Presidentes, durante los últimos años.

Aunque reservado, Contesse ha aludido públicamente a su «diálogo» con el mundo político. Por ejemplo, cuando en 2005 reconoció que había hablado con candidatos de «todas las tendencias políticas» para dar a conocer sus reparos frente al royalty minero.( Fuente: El Mercurio )

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