¿Holgura energética? Proyección de consumo a la baja

Las alertas de un eventual déficit energético en Chile comenzaron a disiparse. Un estudio encargado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) retrasa en casi diez años el probable crecimiento al doble de la matriz eléctrica del país.

Aunque se suele plantear que a 2030 Chile deberá duplicar su capacidad instalada, el estudio de la consultora Mercados Energéticos (con sede en Buenos Aires, Argentina) plantea que las ventas totales crecerán al doble que las del año pasado recién en 2037, casi una década después de lo que se estimaba, debido a una ralentización de las tasas de crecimiento.

Como contrapartida, y para alegría de muchos, el crecimiento de la capacidad instalada se dará mucho antes, pues ya hoy hay casi 4.000 MW en construcción y los planes de la CNE apuntan a llegar a 10.000 MW antes del final de la década, mientras que la matriz actual no llega a 20.000 MW instalados.

El trabajo de consultoría de Mercados Energéticos, explica, tiene como objetivo general la asistencia técnica en el análisis del consumo eléctrico de sistemas interconectados y sistemas medianos nacionales, y una propuesta de proyección de demanda en un horizonte de 30 años.

Para el informe final, la consultora realizó varios trabajos, como la  compilación y procesamiento de la información histórica de ventas físicas de electricidad facturadas, cantidad de usuarios del servicio, e ingresos provenientes de las ventas de electricidad, por empresa distribuidora y por tipo de tarifa, en base a la información proporcionada por la CNE.

A esto sumó el análisis de los efectos de políticas de eficiencia energética en el consumo en una muestra de seis países -incluido Chile-, así como del Estado de California, y la estimación de la proyección anual de consumo de energía eléctrica por sistema eléctrico, por región geográfica y por sector económico, para usuarios regulados y libres, entre varios otros factores tomados en cuenta.

En base a esto, el informe proyecta una tasa de crecimiento del consumo de electricidad del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y del Sistema Central (SIC) para el período considerado inferior al crecimiento histórico, con excepción del escenario alto del SING.

“En el período proyectado se produce una desaceleración en la tasa de crecimiento del consumo de electricidad. Esta misma responde a una caída en el crecimiento poblacional, del nivel de actividad y un desacople económico”, señala el estudio.

Tendencia

En su estudio, la consultora Mercados Energéticos da un importante espacio a la eficiencia energética, que destaca como una práctica que tiene como objeto mejorar la utilización de la energía eléctrica manteniendo los mismos servicios energéticos, evitando reducir el confort y la calidad de vida, asegurando el abastecimiento, protegiendo el medio ambiente y fomentando la sostenibilidad.

“El uso eficiente de la energía implica reducir la cantidad de energía eléctrica consumida, o bien, desplazarla de la hora de mayor consumo del sistema, aumentar el uso de energías más eficientes y disminuir la cantidad de combustibles que se utilizan, pero siempre conservando la calidad y el acceso a la misma”, destaca el informe.

Se agrega que es importante tener en cuenta que el concepto de eficiencia energética no debe asociarse exclusivamente con ahorrar energía, dado que esto último podría lograrse reduciendo o dejando de realizar determinadas actividades, lo que conlleva a un menor bienestar social. Tampoco debe entenderse la eficiencia energética como una mayor participación de las energías renovables en la matriz energética nacional. La energía renovable es un tipo de fuente de energía, mientras que la eficiencia energética es un análisis de todo el sistema.

En este contexto, el informe señala que la eficiencia energética debe ser interpretada a partir dos pilares de acción. Por el lado de la demanda: comprende una serie de acciones y prácticas dirigidas a reducir la demanda de electricidad y/o intentar desviar la demanda de las horas de punta a horas de menor consumo.

Eficiencia energética por el lado de la oferta: consiste en un conjunto de medidas adoptadas para garantizar la eficiencia a lo largo de la cadena de suministro, y fomentar la utilización de fuentes energéticas más eficientes -aquellas fuentes con un menor consumo de Kcal por KW producido-.

“La gestión de la demanda (políticas DSM, por sus siglas en inglés) se ha visto tradicionalmente en la literatura internacional como un medio para aumentar la eficiencia energética con el objetivo principal de que las empresas públicas puedan retrasar las inversiones en la ampliación de capacidad del sistema eléctrico. El carácter de estas medidas puede ser muy variado, destacándose en primer lugar la conservación de la energía”, destaca el informe.

Ahora bien, dice el informe, todo ahorro energético producto de la implementación de políticas de gestión de demanda, es consecuencia de lo que se denomina “desacople económico”.

Este proceso implica que la relación entre el Producto Bruto Interno (PBI) per cápita y la demanda de electricidad no es constante a lo largo del tiempo, sino que puede variar produciendo cambios estructurales en las series de consumo.

“En conclusión, el concepto de eficiencia energética debe ser abordado con cuidado, teniendo en cuenta el carácter multivariado del mismo. En rigor, una visión completa implicaría comprender que otras dinámicas o políticas pueden estar afectando el consumo eléctrico al momento de analizar los efectos de las políticas de eficiencia energética tendientes a reducir el consumo de electricidad”, remata el informe.( Fuente: Pulso )

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