El particular léxico de los mineros

Tal como sucede en muchos empleos, los trabajadores de la minería tienen un lenguaje propio, que en una conversación lejos de las faenas sólo ellos entienden, aunque hay algunas palabras que han trascendido los yacimientos y han sido asimiladas por el resto de la sociedad. Por ejemplo, el sobre azul que recibían los trabajadores del salitre era sinónimo de despido, un significado que es utilizado masivamente hasta el día de hoy.

Es difícil encontrar otra actividad productiva de nuestro país con tanta variedad de palabras y diminutivos para el trato de personas o para designar cosas, incluso existen estudios y literatura especializada que aborda este mundo que se esconde en las profundidades de la tierra o la montaña. Por ejemplo, el investigador Sebastián Villalobos publicó un “Diccionario de Términos Mineros de Chile”, donde se consigna que los términos varían de norte a sur.

Lo cierto es que hay denominaciones que son bien conocidas al interior de los socavones, por ejemplo, la extraña forma de llamar a una esposa: “la antigua”. También hay maneras para identificar a quienes le hacen en el quite al trabajo o tienden a eludir responsabilidades. Ellos son los “champados”.

Aunque haya lozanos veinteañeros entre quienes trabajan en la mina, indefectiblemente la expresión común para llamar a los mineros es “los viejos”.

Muchos trabajadores conviven largas jornadas en una actividad fundamental para la economía del país, un mundo lleno de complicidades e historias en común que encuentran su forma de expresión en esta jerga propia de los mineros.

 

El vocabulario minero

Amarrar: Delatar. Dar cuenta a la superioridad de acciones o actitudes que perjudican a un tercero o las labores del grupo.

Amochilado: Andar con disimulo en un lugar que no es habitual.

Antigua: La mujer propia. Esposa

A pulso: Trabajo hecho a mano o sin los medios adecuados. Presentarse a trabajar a un turno diferente

Cachimbear: Molestar, estorbar.

Cacho: Expresión que indica asentimiento.

Cachón: Porción de licor. También se dice de una taza de té, y en general, de toda porción de algún líquido.

Caer al peneca: Ser amonestado por no hacer suficiente trabajo en un turno.

Calarse: Dormirse

Cobrar el turrón: Retirar dinero del pago.

Colgar: Poner un apodo o mote a una persona.

Colorado: Favorito, persona de confianza de los superiores.

Como huasca: Condición de gran embriaguez.

Como poncho: Condición de incapacidad para hacer algo.

Coto: Persona que está encargada de realizar aseo y calentar las chocas.

Culebrear: Buscar un resultado por todos los medios posibles.

Cutra: Tripa de animal sellada, que sirve para transportar aguardiente.

Champado: Persona que realiza menos trabajo que el normal.

Champarse: Eludir el trabajo. Ocultarse para no trabajar

De manilla: Estar trabajando en una actividad de reemplazo

De palo: Trabajador con poca experiencia y sin especialidad, reemplazante.

Dios es minero: Alusión a hechos que ocurren sin alcanzar gravedad, pudiendo tenerla.

De planta: Se dice del personal que tiene contrato indefinido

Echar un corto: Dormir un poco.

Echarle pilsener: Echar agua a un pique para que corra y se destranque.

Minero chico: Duende vestido de minero, que se presenta de repente a los trabajadores de la Mina Subterránea de Codelco Andina para hacerles bromas, asustándolos y escondiéndose para finalmente desaparecer sin dejar rastro.

 

( Fuente: El Tipógrafo )

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