Un informe de Clapes UC advierte que nueva ley elevará los costos salariales sin mejoras de productividad. Como resultado, utilidades de firmas de menor tamaño caerían en hasta 42%.
Hasta el próximo 7 de septiembre tiene plazo el gobierno para ingresar las indicaciones al proyecto de ley de negociación colectiva y sindicalización. Antes, el miércoles 2, la Comisión de Trabajo del Senado tendrá una última sesión previa para intentar acercar posiciones sobre los cambios a la iniciativa que buscarían flexibilizar, principalmente, la prohibición de reemplazo en huelga y la titularidad sindical que impediría la extensión de beneficios al personal no sindicalizado. Mientras eso se resuelve, un reciente informe de Clapes UC advierte que la reforma inevitablemente elevará los costos laborales y que, dependiendo de cuánto subirían los salarios, esto mermaría las utilidades principalmente de las micro y pequeñas empresas en hasta 23% y 41%, respectivamente.
Más aún, agrega que en el caso de las compañías con pérdidas, las medianas y grandes experimentarían el mayor deterioro de sus balances, aumentando en hasta 13 puntos porcentuales su peso relativo en el grupo de las firmas con cifras en rojo (ver infografía).
Los datos del estudio arrojan como tercera conclusión que los sectores de servicios comunitarios y sociales, construcción, inmobiliarios y de alquiler serán los más afectados por la reforma laboral, ya que en ellos los costos laborales representan más del 25% de los costos totales. En la vereda opuesta, los servicios de electricidad, gas y agua serían los menos perjudicados, pues sus costos laborales significan el 11% del total.
Sin más productividad
Como punto de partida, el estudio identifica los sectores y las firmas por tamaño que resultan más afectados por la reforma laboral, siempre y cuando los aumentos salariales no vayan acompañados de mayor productividad. La hipótesis de trabajo es que una reforma laboral que da más poder de negociación colectiva a los sindicatos elevaría las remuneraciones sin mediar, necesariamente, mayor productividad de los trabajadores. Esto, porque en opinión del organismo, “no se observa en el proyecto de ley medidas que sugieran un aumento de productividad, por lo que usamos esta hipótesis como base de trabajo”.
Así, se plantean tres escenarios de aumentos salariales como resultado del mayor poder sindical que entregaría la nueva legislación: de 5%, 10% y 15%. Para simular los efectos, se consideraron alzas de costos laborales sólo de trabajadores que no son directivos o ejecutivos a nivel de gerencia. Los cálculos se basan en lo reportado por las empresas en la III Encuesta Longitudinal de Empresas del Ministerio de Economía, de febrero de 2015, cuyos datos contables y financieros son de 2013.
El estudio reseña que en un trabajo anterior de Clapes -“Propuestas para un Chile con mejor diálogo laboral”- se estimó que en el caso de Chile, un mayor poder sindical puede elevar los salarios entre 13% y 19%, y que como ello no va acompañado de mejoras de productividad, esto “disminuiría las utilidades en las empresas, llevaría algunas a situación de pérdidas (utilidades negativas) y, eventualmente, a la quiebra”.
Distinciones sectoriales
El análisis de Clapes UC revela que las empresas del sector pesca serán las que acusarán el mayor efecto del alza de los costos laborales sobre sus utilidades, estimando que si los salarios suben 5% y 10% por efecto de la reforma, sus pérdidas aumentarían en 32% y 64%, respectivamente. Y si las remuneraciones subieran 15%, sus resultados rojos serían 96% mayor.
La lista continúa con construcción, cuyas utilidades caerían 25%, 51% y 78% según el escenario de reajuste salarial, seguido de servicios comunitarios y sociales, con bajas de 24%, 48% y 72,4%, respectivamente. Hoteles y restaurantes verían mermas de 18%, 34% y 54% si las remuneraciones subieran 5%, 10% y 15%, respectivamente.
Los sectores menos perjudicados, en tanto, serían minería, con utilidades menores en 1%, 2% y 3,4%, respectivamente; electricidad, gas y agua, con retrocesos similares, e intermediación financiera, con bajas de 2%, 4% y 6%.
Empresas con pérdidas
Una segunda conclusión, en tanto, es que frente a distintos escenarios de mayores salarios no relacionados con mejoras de productividad y de mantenerse las demás variables intactas, las firmas medianas y grandes con pérdidas serán las que más eleven su peso relativo en la torta de compañías con utilidades negativas. Las micro y pequeñas firmas, en tanto, tendrán un menor deterioro.
Con alzas salariales de 5%, 10% y 15%, las empresas grandes con pérdidas pasarán desde una participación inicial de 18% a niveles de 22,7%, 27% y de 31,2% del total de firmas en rojo, respectivamente. Las empresas medianas si bien representan un 15,9% de las que tienen pérdidas, por efecto de la reforma subirían a 19,4%, 25% y 29,8%, respectivamente.
Las pequeñas empresas, en tanto, de las cuales un 17% tiene resultados en rojo, aumentaría esta cifra hasta 20% si los costos salariales suben 5% y hasta 22% si los costos son 10% más altos. Y si crecieran 15%, las firmas con resultados en rojo llegarían a 25%.
Las microempresas, aunque parecen ser las menos afectadas, muestran de todas formas un alza en la proporción de ellas con cifras en rojo: hoy, el 18% de ellas tiene pérdidas, pero si los costos salariales crecen 5%, Clapes UC prevé que dicha proporción aumentaría hasta 20,6%. Si el alza de remuneraciones es de 10%, llegaría a 22,4%, y si es de 15%, hasta 24,3%.
Menor recaudación
El análisis también sostiene que por las menores utilidades que obtendrían las empresas como resultado de los mayores costos salariales derivados de la reforma, la recaudación tributaria disminuiría entre US$ 568 millones y US$ 1.703 millones en el año.
“Esta disminución en la recaudación ocurre porque las empresas pueden descontar el pago de salarios y remuneraciones de su base tributaria, por lo que un aumento artificial de salarios -es decir, que no está ligado a una mayor productividad- provocará un aumento de los costos de las empresas sin que por ello exista un aumento de la producción. Por su parte, la posibilidad de las empresas de traspasar esta alza de costos a sus clientes está severamente limitada por tratarse Chile de una economía muy abierta al comercio internacional y por la debilidad de la demanda interna. El efecto total de la medida se traducirá en una disminución del impuesto corporativo pagado por las empresas”, sostiene Clapes.
Y aunque precisa que las mayores remuneraciones elevarán el pago del impuesto de segunda categoría y global complementario, lo que compensa parcialmente el impacto de menor recaudación por primera categoría, el informe aclara que dado que la tasa marginal promedio ponderada para todos los trabajadores es cercana a 4%, mientras que la de impuesto corporativo de las grandes empresas será de 27% en régimen, “el efecto final redundará en una disminución de la recaudación, dependiendo del aumento de remuneraciones resultantes por la aplicación de la reforma laboral”.
Fuente: La Tercera/Pamela Jimeno