Si el año pasado el yacimiento carbonífero Mina Invierno, en la isla Riesco, a poco más de 100 kilómetros al noreste de Punta Arenas, cerró la producción con tres millones de toneladas de carbón, para este año las proyecciones no son mejores y se ajustará a poco más de 1,4 millones de toneladas, que es la cantidad ya comprometida en nuevos embarques.
Las razones apuntan a los ajustes que deben realizar por las variaciones que experimenta el mercado en los últimos cinco años y que han incidido en un revés a lo que originalmente sostenía la minera, que hoy emplea a cerca de mil trabajadores.
Paralelamente, la empresa busca incorporar a sus faenas extractivas la técnica de la tronadura, mediante el uso de explosivos de baja carga, que permita facilitar la extracción de material estéril que hoy se remueve difícilmente con la maquinaria y esta sufre un deterioro anticipado.
Guillermo Hernández, gerente regional de Mina Invierno, resalta la producción de 3 millones de toneladas en 2015 y que se despachó una cantidad similar en embarques destinados a los principales centros productivos de energía eléctrica del centro-norte del país, como Tocopilla, Mejillones, Huasco y Ventanas, a los cuales se enviaron cerca del 70% de los embarques.
«Así estamos desarrollando una fuente de energía que es propia de nuestro país, contribuyendo a su independencia energética», recalca.
Además, el principal destino de exportación es la India, donde hay compradores que han considerado el carbón de Magallanes por el buen rendimiento en las calderas, explica Hernández.
Para este año ya tienen comprometidas ventas por cerca de 1 millón 450 mil toneladas. «El nivel de producción se irá ajustando en función de cómo evoluciona el mercado, dada la deprimida situación que enfrentan los precios del carbón. Esta coyuntura venía dándose desde 2011 y se acentuó desde comienzos de 2015», precisa el ejecutivo de Mina Invierno.
Nuevas tronaduras
No exenta de cuestionamientos está el interés de la minera por incorporar las tronaduras para remover el material estéril. Para ello, ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) una Declaración de Impacto Ambiental y así lograr los permisos.
El SEA resolvió la admisibilidad de esta declaración y en diciembre pasado emitió el Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones, conocido como Icsara.
Hernández explica que, actualmente, preparan las respuestas a las observaciones planteadas.
Paralelamente, hace algunas semanas, la organización ambientalista Alerta Isla Riesco ingresó ante el SEA un recurso de reposición a través del cual piden que se innove la tramitación antes de autorizar o no las tronaduras.
Ana Stipicic, vocera del grupo, explica que el recurso fue acogido y que hay que esperar el proceso administrativo. Ellos piden que el permiso ambiental sea a través de una Evaluación de Impacto Ambiental y que se incluya la participación ciudadana.
500
mil hectáreas tiene isla Riesco y el yacimiento de Mina Invierno abarca 1.500 ha.
160
hectáreas han sido reforestadas con la plantación de 320 mil lengas.( El Mercurio )