La compleja estructura de venta ideada por Ponce que complica a los minoritarios

sqm otraPara el primero de septiembre están citados los directorios de las sociedades cascada, sin embargo aún no cuentan con el informe solicitado, que explicaría por qué Potasios no será incluido en la transacción. Los plazos corren de cara a la venta.

Los plazos para la venta de Pampa Calichera, que controla SQM, empiezan a estrecharse. La decisión de mantener la propiedad sobre Potasios está tomada y con ello Julio Ponce busca seguir ligado a la minera no metálica de la que fue presidente durante décadas. En la bolsa las acciones están disparadas a pocas semanas de que venza el plazo para recibir las ofertas, y en  los próximos días las diputas en los directorios de las sociedades cascada podría subir de tono. La venta está al rojo y mantiene al mercado expectante.

A fines de 2015 Oro Blanco comunicó la contratación de Itaú BBA para liderar el proceso de enajenación de Oro Blanco, proceso con el que Ponce podría recaudar unos US$2.000 millones. Si bien Calichera, Inversiones Global Mining (filial de la primera) y Potasios tienen cerca de un 30% de la propiedad económica, poseen el 50,32% de la serie A de Soqui, la cual elige a 7 de los 8 directores que componen la mesa, derechos políticos por los que Julio Ponce exige un premio.

Sin embargo, los estatutos establecen que ningún accionista puede votar por más del 37,5% de las acciones de cada serie, por lo que el porcentaje que detenta el grupo Pampa no es suficiente para alcanzar la mayoría. Ello, justamente es lo que obligó a Ponce en 2006 a formar un pacto de accionistas con Kowa, de forma tal de alcanzar cuatro directores gracias a su 3,83% de la serie A.

Ante este escenario, el empresario decidió separar el grupo. La participación de Pampa e Inversiones global Mining sobre SQM alcanza para elegir a tres directores, pero al tener un controlador distinto, Potasios, con otro 12,37% de SQM-A, podría ejercer plenamente su derecho a votar el cuarto miembro de la mesa sin recurrir a las acciones de la firma japonesa.

Por ello es que el proceso no sólo implica la venta del porcentaje de Calichera, sino que también la firma de un pacto de accionistas que obliga a las sociedades controladas por SQYA a votar en apoyo al nuevo controlador de la sociedad. Si bien ya no sería necesario Kowa, se espera que se mantengan dentro del pacto de accionistas.

Mientras el proceso liderado por Itaú continúa, al interior de los directorios de las sociedades cascada aún están a la espera de recibir información. Los directores habían solicitado un informe que explique las razones económicas de la estructuración de la venta del control, es decir, por qué no se incluyó Potasios en la transacción.

Durante las pasadas juntas de accionistas, y ante las preguntas de los minoritarios, el mismo presidente de la compañía, Rafael Guilisasti, señaló que “la decisión de por qué vender en Pampa tiene que ver estrictamente porque nosotros vemos que hay una maximización del valor”, pero que los directores de Norte Grande han estado invitados a los directorios de Oro Blanco que contratarían de aquí a un mes una asesoría económica “para medir las distintas alternativas y poder entregar a los accionistas las distintas valoraciones”.

El informé está contratado, pero aún no existen señales de él, indican fuentes conocedoras de la situación. Para el próximo 1 de septiembre están citadas las reuniones de directorio de las distintas firmas que forman la cadena de control de SQM, instancia donde se espera vuelva a cobrar relevancia dicho informe. Esto, en consideración de que tres días después vence el plazo para recibir ofertas por Calichera y que la mesa carece de antecedentes que permita tomar una buena decisión.

Fuentes cercanas a Ponce indican que existe una lógica económica en cómo se pretende vender el control. Los mismos PCS tienen un 44,85% de la serie A pero sólo pueden votar por el 37,5% que poseen, razón por la que cercanos al empresario señalan que no han vendido su participación a pesar de necesitar los recursos. “Nadie va a comprar un porcentaje para sólo ejercer su derecho a una parte”, señalan.( Pulso)

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