La contaminación por plomo en Antofagasta ha bajado y la presencia del metal en menores, en general, está en niveles aceptables por la norma.

Estos parecen los juicios más relevantes de dos expertos del área salud que expusieron en la penúltima sesión de la comisión investigadora de la Cámara por la contaminación en la ciudad.

Se trata de Juan Carlos Ríos, director ejecutivo del Centro de Información Toxicológica-Cituc- de la PUC y Orlando Negrón, especialista del Ministerio de Salud.

Ambos personeros citaron que los análisis de sangre realizados a los menores de los jardines infantiles cercanos al puerto, por parte de la Seremi de Salud y luego por el ISP, están bajo los valores de referencia.

Seguridad

Juan Carlos Ríos precisó que aunque no hay consenso respecto del umbral de seguridad para la contaminación del plomo, evidentemente hay riesgos importantes, en especial para los niños.

Ríos se enfocó en el grupo contaminado con plomo en niveles de 10 microgramos por decilitro, considerando que investigaciones norteamericanas dan cuenta que en ese margen hay seis puntos de daño en el coeficiente intelectual, CI. La cifra es llamativa porque si la contaminación aumenta a 20, el daño en el CI sube sólo dos puntos y uno si está en los 30.

Es decir, los principales daños en menores se producen a partir de los 10 mg/dl, dijo.

Otro aspecto destacado es que cuando el polvo se ingiere, lo que absorbe el cuerpo es entre el 5% y 10% y cuando se inhala es entre el 90% y 95%. Según, el experto este tipo de polvo se ingiere, debido al tamaño del mineral, de modo que en caso que ello ocurra, el daño es mucho menor.

Esto explicaría las enormes diferencias existentes entre el polvo sedimentado y lo hallado en la población.

Hoy, en Chile, el Ministerio de Salud trabaja con un valor de 5mg/dl, lo que Ríos calificó de «adecuado», considerando que optar a cero es imposible considerando que los procesos de industrialización, producen plomo, aunque hay avances como la eliminación de las pinturas y gasolinas con plomo.

Al tiempo, enfatizó que los niveles de contaminación en suelos han bajado, y también en la población, tomando como referencia una investigación realizad en 1998.

Orlando Negrón, del Ministerio de Salud, refrendó ese juicio. Respecto a indagaciones realizadas entre 1998 y 2015, los niveles de contaminación han bajado, aunque citó que las medidas de prevención deben ser reforzadas y mantenidas en el tiempo.

En Antofagasta hubo medición de polvo sedimentado, que aunque no es lo mismo que suelo, podría asimilarse, destacándose que las mediciones del ISP dan cuenta de tres puntos como «fuentes activas de plomo» que deberían investigarse para ver su impacto.