Este inicio de año no parece haber empezado con buen pie para el comercio exterior. Así lo demuestran las cifras del Banco Central de enero, en donde las importaciones cayeron un 12%, y las exportaciones sufrieron un retroceso de 14,1% interanual.

En el caso de éstas últimas, lo que influyó en mayor medida fue una disminución de 25,4% de las exportaciones de cobre, influenciadas por la caída en el precio del metal rojo.

Erik Haindl, economista de la Universidad Gabriela Mistral, expresó que “se ve el gran problema que ha generado la caída del precio del cobre, y el hecho de que los términos de intercambio se estén deteriorando. Esto se puede intensificar, creo que todavía el cobre tiene espacio para caer”.

En tanto, Nathan Pincheira economista de BanChile, sostuvo que es difícil saber si esto se mantendrá o no en el tiempo, pero que la base comparativa que se está generando debiera ser positiva a futuro: “Después en la comparación interanual no va a ser tan mala, sin embargo el nivel sí va a seguir siendo débil por lo menos en el cobre, que es una parte importante de nuestras exportaciones. Vamos a ver cómo las exportaciones agrícolas pueden llegar a compensar en algo lo anterior, pero la verdad se ve poco probable que sea suficiente para nivelar los negativos registros”, indicó.

En relación a la actividad agropecuaria, las exportaciones mostraron un alza de 12,5% en la medición de enero, lo que ayudó a compensar en parte la caída del cobre.

Al respecto hay división entre economistas, pues algunos como Aníbal Alarcón de BBVA Research aseguran que ya se tocó un piso en el descenso de los envíos, mientras otros como Haindl sostiene que el cobre seguirá arrastrando a la baja el comercio exterior.

Por el otro lado, lo que ayudó a equilibrar la caída de las importaciones, fueron las de los bienes de capital, que crecieron un 19,65%.

Sin embargo, Alarcón llamó a no tomar con excesiva esperanza la cifra, pues “es particularmente por un aumento en otros bienes de capital, que son bienes de transporte, y ya ha pasado en meses previos”.

Alejandro Fernández, economista de Gemines Consultores, expresó que “con caídas menores de precios debiéramos ver a las exportaciones bajando, pero menos del 14% del año pasado, tal vez entre cinco y siete por ciento. Y las importaciones con un desempeño un poco mejor, con una cierta estabilización en los niveles del año 2015”.

Pincheira en tanto aclaró que “la actividad más lenta por parte de los países que importan nuestros productos afecta mucho más de lo que podía favorecer el tipo de cambio positivo que se tiene actualmente”.

Con estos datos, la balanza comercial del mes cerró con un saldo positivo de US$ 685 millones.( Pulso)