El escenario que viene para dos variables clave: el precio del cobre y el PIB

COBRE AGUATras iniciarse la consulta anual que realiza Hacienda a los comités externos que estiman el PIB potencial y el precio de largo plazo del cobre, para los analistas prácticamente no hay dudas sobre el diagnóstico: estos parámetros se han deteriorado, la capacidad de crecimiento de la economía ya no es 3,6% y el precio del cobre de tendencia no es de US$ 2,98 la libra como se estimó en el Presupuesto Fiscal 2016, y tampoco de US$ 2,57, que fue la última revisión que hizo esa cartera.

Rosanna Costa: «No hay espacio para financiar el programa de gobierno»

Los analistas ven detrás de las cifras una situación cada vez más estrecha en las finanzas públicas, no tanto para este año que prácticamente está jugado, sino para el mediano plazo.

La importancia de estos números es que a partir de ellos se estiman los ingresos permanentes que tendrá el fisco para financiar gastos que son permanentes. En algunos años los gastos comprometidos superan los ingresos esperados, dice Rosanna Costa, ex directora de Presupuestos y subdirectora de LyD.

La caída que registran los parámetros fiscales de tendencia entre 2013 y 2016 llevan a utilizar un porcentaje significativo de los recursos generados por la reforma tributaria y, asegura, no hay espacio para financiar el programa de gobierno y aún cuando hubiera ingresos mayores ya están comprometidos porque hay proyectos en espera.

«Todo indica que hacia delante la tarea será más bien hacer más eficiente el gasto público, en lugar de aumentarlo y adquirir nuevos compromisos», advierte.

Caen el PIB potencial y el precio del cobre

Con las cifras actuales -PIB potencial de 3,6% y precio del cobre de largo plazo de US$ 2,57 la libra- el déficit fiscal estructural de 2015 a utilizar como base de comparación podría alcanzar un 1% del PIB, dice Cristóbal Gamboni, economista senior de BBVA Research.

No obstante, sus estimaciones apuntan a que el PIB potencial podría ser menor -entre 3% y 3,2% – y el precio del cobre fluctuar entre US$ 2,45 y US$ 2,50 la libra, con lo cual el déficit estructural podría subir a 1,6% del Producto.

Está por verse si Hacienda cumplirá con la meta de reducir este año el déficit estructural en 25 puntos base y esto se podrá constatar una vez que se conozcan las cifras netas de la Operación Renta, agrega Gamboni.

La convergencia del déficit estructural que se planteó como objetivo la autoridad es pasar desde -1,6% del PIB en 2015, a -1,3% en 2016; -1,1% en 2017; -0,8% en 2018 y -0,5% en 2019.

Dado que los parámetros son más bien estimaciones, para Costa lo importante es mirar que los déficit efectivos converjan hacia una reducción. El déficit efectivo considerado para este año es de 2,9% del PIB, mayor que el déficit de 2,2% de 2015 y de 1,6% del PIB en 2014.

El Presupuesto Fiscal 2016 proyectó un crecimiento del PIB efectivo de 2,75% y las estimaciones apuntan a que será inferior a 2%, mientras que el precio del cobre para este año se estimó en US$ 2,50 la libra en promedio y hoy es cercano a US$ 2,15 promedio.

Esto debería llevar a una menor recaudación en torno a US$ 1.500 millones pero, según el economista del BBVA, US$ 700 millones serán compensados por los ingresos extraordinarios obtenidos por el registro de capitales invertidos en el exterior y otros US$ 700 millones por ingresos de Rentas de la Propiedad, Ingresos de Operación y Otros Ingresos, que suelen ser subestimados en el Presupuesto. Se trata principalmente de los ingresos de operación por servicios que provee el fisco, por ejemplo, del Registro Civil o de los hospitales.

Menor expansión del gasto para cumplir la meta

En medio de este escenario, surge la pregunta por la expansión del gasto público. Este año está previsto un crecimiento de 4,2% en el gasto público y si se quiere mantener la meta de reducir el déficit estructural, el gasto tendría que aumentar a lo sumo 3% en el Presupuesto Fiscal 2017, estima Gamboni. Para el 2018 prevé un respiro por el término del Fondo de Utilidades Tributables (FUT) que haría entrar nuevos ingresos.

Según el economista, lo más complicado vendrá de 2019 en adelante porque la reforma tributaria dejará de entregar recursos frescos. «Con parámetros estructurales rebajados – tanto PIB potencial como precio del cobre de largo plazo- y con un déficit estructural que tiene que seguir bajando, el espacio para el crecimiento del gasto fiscal va a ser bajísimo, lo vemos entre 1,5% y 2%», señala.

Gamboni reconoce que parece irreal formular una expansión del gasto de 2% en una Ley de Presupuestos, dado las demandas, los gastos que están comprometidos, el crecimiento vegetativo y las necesidades de inversión pública.

Adelantándose a lo que puede ocurrir en 2019 ve tres opciones: recortar mucho el gasto, que es una opción políticamente más costosa; no cumplir la meta, que puede afectar negativamente la clasificación de riesgo del país o encontrarse con una nueva reforma tributaria.

La posibilidad de espacio para adquirir nuevos compromisos de gasto es bastante estrecha, salvo que aparezcan nuevos ingresos estructurales, lo cual no avizora la subdirectora de LyD, Rosanna Costa. Desde su perspectiva, la tarea es tener cuidado de abordar temas para los cuales no hay holguras, a menos que aparezcan ingresos extraordinarios. «Y no se trata de que la economía crezca más, sino que el crecimiento de tendencia sea mayor, de modo que los ingresos permanentes sean más altos y ello depende de los parámetros estructurales que, por ahora, van a la baja», advierte la economista.

Hacienda está trabajando en programar la eficiencia del gasto a través del spending review , y eso ayuda mucho, dice Costa porque se trata de tener estudios y metas de gasto de los ministerios y de revisar lo que viene por delante. Mientras más eficiente es el gasto, las carteras van quedando con espacio para llevar adelante sus programas y por otro lado, dice, hay que usar la información de los programas mal evaluados, que no siempre hay que terminarlos, sino que se pueden perfeccionar corrigiendo los errores, con lo cual se atiende mejor a la ciudadanía, con los mismos recursos.

Usar ahorros y/o subir la deuda

En cuanto a la propuesta del PS de usar los recursos del FEEP, Rosanna Costa señala que los fondos soberanos se pueden usar, ya sea para financiar el déficit presupuestario o para hacer capitalizaciones de empresas. Menciona la capitalización de US$ 4.000 millones prevista para Codelco, de los cuales se puso una parte; US$ 9.000 millones en el caso del Fondo de Infraestructura, en cuyo proyecto el informe financiero habla de una primera instancia de US$ 1.000 millones; otros US$ 400 millones en el caso de Enap y cerca de US$ 100 millones en el de TVN.

Las capitalizaciones no afectan el balance estructural porque se cambia un activo por otro, pero se trata de un activo menos líquido. Como sea que se usen los fondos significa restar del ahorro y con ello se afecta la deuda neta dando una señal de mayor debilidad financiera, precisa la economista. «En la medida que las clasificadoras nos ven más riesgosos, aumenta la prima por riesgo país, se afecta la capacidad de pago de los privados y se va encareciendo el financiamiento de los proyectos», subraya.

Su percepción es que se debe hacer un análisis del endeudamiento que da origen al valor patrimonial que se asigna al Fondo de Infraestructura. «Se dice que el patrimonio es reflejo de lo que se va a recaudar en el futuro por los peajes, pero por otro lado, lo que se recaude por ese concepto debería obedecer al costo de mantención y tal vez algo de congestión. Hay un debate todavía que hacer en el Congreso», dice Costa. Estima que probablemente dicho fondo no va a empezar a operar durante este gobierno y que por el momento el financiamiento de la infraestructura se dará a través del Ministerio de Obras Públicas.

23,7%
como porcentaje del PIB es la trayectoria del gasto fiscal a abril, de acuerdo al informe que presentó Hacienda a la Comisión Mixta de Presupuestos.

20,7%
del PIB es la trayectoria de los ingresos del gobierno central en el mismo período.

3,6%
es la proyección de PIB potencial con que se elaboró el Presupuesto Fiscal 2016 y que se espera sea revisado a la baja.

US$ 2,57
la libra de cobre es el precio de largo plazo con que se estimaron los ingresos permanentes, cifra que los analistas prevén que será corregida.( El mercurio )

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