Codelco necesita invertir con igual urgencia en sus plantas, muchas de ellas caídas en la obsolescencia y otras a punto de estarlo por la nueva normativa ambiental; como en sus proyectos estructurales, los que asegurarán su producción por los próximos 40 o 50 años. Sin embargo, los únicos proyectos que parecen contar con respaldo para continuar su construcción, al menos desde directorio, es Chuquicamata Subterránea y la planta de agua desaladora de RT Sulfuros.
Iniciativas que necesitan enormes inversiones, porque sólo el caso de la planta desaladora alcanzaría cerca de US$1.200 millones en su primera etapa, porque la idea de Codelco es invertir otros US$300 millones para aumentar el volumen de agua bombeada al Distrito Norte.
Necesidad a partir de la cual han surgido una serie de alternativas de financiamiento: endeudarse aún más, sumar inversionistas privados o acceder a los recursos de las Fuerzas Armadas, que tendrían apozados entre US$ 5 mil y 6 mil millones en el fondo de Contingencia Estratégica.
La única salida
Sobre este complejo escenario que atraviesa la minera estatal, la presidenta del sindicato N°2, Liliana Ugarte, dijo que la inversión y capitalización de Codelco ha sido constantemente solicitada por los trabajadores, «pero hoy nadie se hace cargo del 6% de promedio de capitalización de excedentes de los últimos 25 años. El precio del cobre es sólo un pretexto, porque está en sus rangos normales, los valores cercanos a los US$ 4,0 (superciclo) fueron una excepción», analizó.
Ugarte dijo además que en este contexto se analizan una serie de caminos por parte de la administración: una podría ser despedir mil trabajadores de Codelco, pero significarían US$ 200 millones «cash» que la empresa no tiene. Vender los activos prescindibles, tampoco parece conveniente, considerando la experiencia de la venta de Edelnor, que significa comprar energía más cara.
Un mayor endeudamiento (la cuprífera ya debe US$14 mil millones), dijo la dirigente tampoco es la mejor alternativa, pues «Codelco va a terminar privatizándose si se persiste en esa estrategia, se compromete su pertenencia». La dirigente dijo que los joint venture tampoco le parecen un buen negocio para Codelco, pues ha tenido malas experiencias en el pasado, con Anglo American, minera El Abra y minera Gaby.
«La capitalización es la alternativa que hemos propiciado siempre los trabajadores; es una patudez ponerle Ley Landerretche a la utilización de los montos acumulados por la Ley Reservada en capitalizar Codelco; porque hemos sido los trabajadores quienes hemos denunciado el despilfarro de esas platas y hemos demandado del Estado la derogación de la Ley Reservada», agregó.
En el caso de la mina Chuquicamata, especificó, «nuestra propuesta es hacernos cargo de todos los requerimientos del Distrito Norte, desde la Mina a la Refinería; explotar las fases de mayor valor en ley. Potenciar la Concentradora y Fundición para todo el concentrado y calcinas del distrito, llenar la Refinería. Hacernos cargo de la mantención distrital, tenemos los expertos. La productividad está dada por aumentar la producción y no por precarizar salarios o despedir gente. Mejor gestión productiva, de terceros, de abastecimiento y ventas», apuntó la dirigenta del sindicato N°2.( El Mercurio de Calama)