Cuando nada parece ser peor para el cobre, se levantan más voces que siguen viendo un oscuro panorama para el metal. Esta vez fue la consultora internacional de minerales CRU, que estima que durante el 2016 el precio promedio del metal será más bajo que los US$ 2,5 la libra que pronostica para este año.

¿El motivo? Distintos factores de mercado. Erik Heimlich y Rolando Lay, analistas de la entidad, estiman que el superávit se mantendrá. Pero ven una luz desde el 2017, cuando el retraso de proyectos haría modificar la tendencia.

-¿Esperaban un año así para el cobre?

-EH: Es lo que hemos esperado, aunque fue algo sorpresivo lo rápido que se ha ajustado el consumo a la baja.

-En términos de fundamentos de mercado ¿qué ha pasado?

-EH: Lo que ha ocurrido es que la demanda de cobre ha sido muy decepcionante en toda la primera parte del año. Pero también hay otros factores que están relacionados, pero que son más indirectos y que tienen que ver cómo se ve el escenario económico mundial; cambios en las monedas, la devaluación del yuan, el comportamiento del inversionista. Estos factores han cambiado el sentimiento del mercado.

-¿Este año ha sido muy distinto a otros?

-EH: Ha sido el año en que el crecimiento del consumo en China ha sido bastante menor. Hace tiempo esperábamos un crecimiento más moderado, comenzamos a ser pesimistas con China en octubre del año pasado y en ese tiempo esperábamos un 4%, después lo redujimos, a principios de año, a 3,6%, y eso es lo que estamos viendo hoy en día. Si se compara con las tasas de los años anteriores es mucho más baja.

-¿El precio seguirá bajando?

-EH: Tenemos pronosticado para este año un superávit de cobre, que esperamos continúe en 2016, incluso, más grande que el de este año. Ahora, hay algunas señales de que la oferta podría estar respondiendo; pero hasta ahora no ha habido mucho recorte, aunque han habido anuncio de empresas que ya están mirando la posibilidad. El caso más notorio es Freeport. En 2009 los precios cayeron muy significativamente y hubo una reacción de la oferta importante y creemos que esta ocasión podría ser igual.

-¿Cuáles son sus pronósticos entonces?

-EH: En 2016 el precio promedio del cobre será menor al de este año. Ahora vemos un precio promedio de US$ 2,5 la libra y para el próximo de US$ 2,15 la libra.

RL: El precio estará más bajo, pero ahí vemos el piso, y de ahí empieza hacia arriba, ya que en el 2017 seguirá habiendo sobreoferta pero con mejor perspectiva por parte del mercado. Se van a necesitar algunos proyectos que estarán entrando y que se están atrasando.

-¿El 2018 será el cambio de tendencia?

-EH: Ya hacia al 2019 estamos pronosticando un déficit importante, pero el sentimiento cambiará un poco antes, el precio del 2018 lo estamos viendo como balanceado, y en 2019 con un déficit.

-¿En qué niveles de precio las empresas deben reaccionar?

-EH: Hay muchas empresas que con los precios actuales ya están a pérdida, pero no significa que vayan a cerrar inmediatamente. Hay casos de producción que está subsidiada, y eso ocurre en distintas partes del mundo; por ejemplo, hay una buena producción en Zambia, que es cara, pero tiene una resistencia a cerrar porque hay participación estatal y hay un tema de empleo y económico que los gobiernos quieren mantener.

RL: Si uno piensa que los más caro son los productores pequeños, entonces cualquier decisión de ellos no impacta tanto en el mercado, pero sí se está ajustando la oferta en el fondo, aunque de una forma más lenta. Es cuando los grandes entren a cortar la producción es que generará ese ajuste de mercado.

El hierro tiene un panorama peor

Si hay un metal con más problemas que el cobre, es el hierro. Rolando Lay señala que está enfrentado a una “sobreoferta enorme”, por lo tanto anticipa que pasará una década para que comience a recuperar los niveles que se vieron hace algunos años.

“No se ven que se necesiten muchos proyecto de aquí a 10 años más para satisfacer la demanda que existe”, comentó.

Con los actuales precios indica que cerca del 40% de la industria “pierde plata”, pero asegura que los afectados son los pequeños productores los cuales tienen costos más altos que las grandes empresas.

Comparando el actual momento que vive el cobre y el hierro, Lay sostiene que “el mercado del cobre es mucho más robusto”, ya que “está más balanceado”.( DF)