En Chile hay 229 mil personas que trabajan en la minería, según cifras del Consejo Minero sobre la base de datos del Sernageomin. Por cada trabajador contratado por una empresa de este sector, hay dos que son de compañías externas.
En el caso de Codelco, se trata de 26.562 mineros contratistas, según cifras correspondientes a 2014, lo que representa un 8,7% menos respecto de los 29.108 subcontratados que había en 2011.
¿A qué responde que los contratistas de la estatal estén en retirada? A que, como no hay proyectos en construcción, la cuprífera necesita menos personal de apoyo -trabajadores de empresas de montaje industrial, por ejemplo- y, segundo, a los resultados de un plan de internalización de funciones críticas, como mantención, supervisión y desarrollo de minas. Fuentes cercanas a la estatal estiman que hasta el 40% de los contratistas podrían ser internalizados en el mediano y largo plazo.
El costo de las huelgas protagonizadas por trabajadores contratistas es otro elemento que tiene presente Codelco para acelerar su plan de internalización de trabajadores: entre 2003 y 2013, la empresa perdió US$ 880 millones a causa de 100 días de paralizaciones convocadas por los contratistas.
A diferencia de lo que ocurría hasta hace una década, los contratistas ya no solo desempeñan tareas menores, sino que están en todos los procesos productivos de la minería, desde el aseo -donde ganan en promedio $300 mil mensuales, dice el dueño de una empresa que presta este servicio- hasta $3,5 millones en el caso de un administrador de contrato. Un mecánico especializado, en tanto, puede obtener en torno a $1,5 millones líquidos.
Fuentes de esta industria señalan que los salarios entre contratistas y trabajadores de planta han tendido a estrecharse en los últimos años, pero que la gran diferencia radica en los distintos bonos que reciben: mientras un funcionario de planta puede recibir un bono de $20 millones por fin de negociación colectiva, un contratista, entre $1 millón y $2 millones.
Eso explica que, en el caso de Codelco, cada trabajador propio le cueste a la empresa US$ 5 mil al mes y que el trabajador contratista solo le cueste US$ 2.500, en promedio.( El Mercurio)