Chuquicamata recibió a transportistas de todo el país

PORTISTASMuchos de ellos se enfrentaron a una geografía completamente distinta a la que están acostumbrados. Algunos conocían Chuquicamata, sus raíces y su gente, pero otros sólo habían leído en textos escolares, parte de la historia de la mina a rajo abierto más grande del mundo.

 

Es el caso de Guillermo Villegas Pérez, transportista de Talca que vivió una experiencia que a su juicio fue inolvidable. “Es muy impresionante para mí, como chileno, haber estado en la mina a rajo abierto más grande del mundo, ver su magnitud y conocer cómo opera. Aprendí sobre la historia del campamento y nos vamos muy agradecidos de todo lo que vimos en esta tierra, que es muy distinta al lugar de dónde venimos”, dijo una vez finalizada la visita.

 

Guillermo Villegas era uno de los integrantes de una delegación de 120 personas, que llegó al mineral como parte de las actividades del vigésimo Congreso de la Confederación Gremial Nacional de Regiones del Transporte Mayor de Pasajeros (Conabus), que se realizó en Calama. El itinerario contempló un recorrido por la zona típica y el mirador del rajo de la mina, dónde pudieron apreciar la dimensión del proceso extractivo.

 

Nostalgia

 

Son muchas las generaciones de chilenos que tienen alguna relación con Chuquicamata. Después de muchos años, Jorge Campusano se reencontró con el campamento donde vivió sus primeros doce años de vida. “Fue impactante ver las calles del campamento y recordar mi infancia. Tengo buenos momentos en mi memoria sobre todo del deporte, ya que mi padre representó los colores de Chuquicamata en el atletismo”, relató el transportista que hoy está radicado en La Serena.

El congreso de Conabus tenía como objetivo abordar diversos temas que en la actualidad preocupan al sector, como la reforma tributaria y las tecnologías asociadas al mercado. Pero también  fue una oportunidad para que las personas de otras regiones se pusieran en el lugar de los transportistas loínos y conocieran la zona.

En este contexto, Justo Álvarez, presidente nacional de Conabus dijo que “dentro de las actividades de este encuentro era importante realizar salidas a terreno, donde se genera una instancia de contacto muy especial entre los miembros de la visita. Haber entrado a Chuquicamata, tanto a la mina como al campamento, es un privilegio porque es una oportunidad única para muchos de nosotros que quizá nunca habríamos podido conocer”, concluyó el dirigente.( NM)

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