Así nació Corredor, la unión de los proyectos mineros El Morro y Relincho

corredorLos máximos ejecutivos de las mineras canadienses Teck y GoldCorp analizaron todo un año cómo reducir los costos de sus respectivos yacimientos de la III Región. Hasta que la corta distancia entre ambas minas los convenció de unirlas. Adelantan cambios en el diseño y dicen estar confiados en que el nuevo proyecto será aprobado ambientalmente.

Pescan juntos cada fin de semana, sus oficinas las divide Burrard Street en Vancouver y ahora compartirán los beneficios de la unión de los yacimientos El Morro y Relincho, en la Región de Atacama. Corredor es el nombre tentativo de este nuevo gigante minero, que inicialmente producirá 190 mil toneladas de cobre y 315 mil onzas de oro, que lo convertirán en el proyecto aurífero más grande de Chile.

Los presidentes de GoldCorp, Chuck Jeannes, y Don Lindsay, de Teck, estuvieron todo un año conversando la idea de generar este joint venture que anunciaron el viernes y que fue celebrado por la industria minera.

Los primeros acercamientos iban dirigidos a analizar las sinergias que se podrían conseguir entre El Morro y Relincho. Se habló de construir una sola línea de transmisión o un mismo camino, pero a medida que estos dos amigos conversaban, comenzaron a darse cuenta de que los yacimientos estaban muy cercanos, a tan sólo 40 kilómetros de distancia. “Repentinamente fue aparente el mayor valor que podríamos reunir al juntar ambos proyectos”, cuenta Jeannes, quien sólo estuvo el viernes en Chile y por algunas horas.

GoldCorp es el mayor operador de oro del mundo y Teck maneja en Chile los yacimientos Quebrada Blanca, al interior de Iquique, y Carmen de Andacollo, cerca de La Serena.

En Corredor, ambas compañías compartirán la propiedad en partes iguales. La unión permitirá reducir el costo de la inversión en 58%. Esto, porque cada iniciativa contemplaba un desembolso total de US$ 8.500 millones, pero con la combinación de proyectos, el valor baja a US$ 3.500 millones. “Estamos muy emocionados con dar esta noticia, porque creemos que el nuevo proyecto será muy competitivo”, asegura Lindsay.

Operar en Chile

La unión de las compañías marca una nueva forma de enfrentar los problemas que ambas mineras vivían en Chile, asegura el alto ejecutivo de Teck, y piensa que el modelo podría ser seguido por varias compañías mineras.

En el caso de El Morro, el proyecto de cobre y oro fue paralizado por resolución de la Corte Suprema en octubre de 2014, luego de una compleja y extensa disputa legal iniciada por problemas en la implementación, de acuerdo con la justicia, de la consulta indígena. Debido a eso, la compañía decidió retirar su estudio de impacto ambiental, pese a llevar invertido hasta ese momento US$ 242 millones en el proyecto.

Teck, en cambio, decidió en 2014 no seguir adelante y no pasar a la fase de factibilidad de su proyecto Relincho, el mayor de su cartera de inversión en Chile -junto con la expansión de Quebrada Blanca Dos (QB2)-, por el incierto comportamiento que estaba mostrando el mercado y también por la incertidumbre eléctrica que se generó en el norte, primero con la paralización de la central a carbón Barrancones y luego de los complejos termoeléctrico Castilla y Punta Alcalde, de Endesa.

Pese a estos problemas, los ejecutivos reafirman el interés por desarrollar proyectos en Chile: “Buscamos oportunidades en todas partes del mundo, y aunque en Chile haya inconvenientes para concretar proyectos, en forma relativa, comparado con otros lugares donde estamos viendo oportunidades, Chile es una excelente jurisdicción para llevar a cabo negocios y estamos muy emocionados en poder realizar esta iniciativa acá”, indica Chuck Jeannes.

GoldCorp, señala, “hace mucho tiempo quiere operar en Chile”, por eso el año 2010 se adelantó a Barrick y adquirió El Morro. “Esta es una oportunidad para tener una participación en el país”, reafirma. Por su parte, Don Lindsay señala que “Chile sigue siendo uno de los principales países para la inversión minera del mundo”. Por eso, además de la expansión que están evaluando para su operación en Iquique, también exploran otros distritos del país para potenciales nuevos yacimientos.

Nuevo acercamiento comunitario

Los altos ejecutivos de las compañías canadienses están seguros que con el nuevo diseño que ambas firmas están impulsando en Corredor no debería haber oposición comunitaria. “GoldCorp ha escuchado muy bien a las comunidades y el diseño de este proyecto refleja eso. Creo que la gente verá el nuevo valor que tiene este modelo”, señala Don Lindsay.

Es que las compañías hicieron dos cambios relevantes que podrían despejar un poco más el camino para finalmente lograr una aprobación ambiental y social de la iniciativa. El diseño de Corredor contempla operar intercaladamente dos yacimiento -el primero será Relincho y se usará por tres años-, pero habrá un solo tranque de relave -donde se depositan los desechos de los minerales-, y una planta concentradora, operación necesaria para la producción del cobre.

Junto con esto, estas nuevas instalaciones se ubicarán en los terrenos de Relincho, en vez de mantenerlos en la cuenca del río Huasco -en los terrenos de El Morro-, que es de importancia agrícola. “Estamos haciendo estos cambios para evitar los problemas con la comunidad. El relave y la planta concentradora estarán ubicados en zonas donde no hay población y es más seco”, detalle Chuck Jeannes.

Pero ese no será el único cambio con que las mineras enfrentarán el potencial rechazo de las comunidades originarias de la zona, como son los huascoaltinos y los diaguitas. Además, están trabajando con dos compañías especialistas en relacionamiento comunitario: la chilena Casa de la Paz, entidad vinculada con varios organismos del Estado para impulsar una guía que regule este tipo de relacionamiento entre los privados y los habitantes que puedan ser afectados por sus inversiones, y también con la internacional On Common Ground Consultants.

La meta de GoldCorp es seguir el modelo de trabajo que usó en Eleonora, mina que se convertirá en el mayor proyecto de oro de Canadá, ubicado en la bahía de James, en Quebec. Ahí, la minera instaló una mesa de trabajo participativo con las comunidades originarias de colaboración e información sobre la iniciativa, reduciendo la conflictividad.

En Chile, la firma ha mantenido las conversaciones con la comunidad. De hecho, explica Jeannes, cuando dieron a conocer este nuevo joint venture recibieron llamados de líderes comunitarios de la zona de Huasco, quienes les manifestaron que esta iniciativa conjunta era positiva. “Ellos nos han manifestado que les gusta la idea”, afirma.

Por eso, en los 18 meses que durará la fase de análisis de prefactibilidad del proyecto, que se iniciará en 2016, las mineras también intensificarán el diálogo social. “Queremos asegurarnos que estamos entendiendo bien sus inquietudes y que ellos entiendan que estamos respondiendo a ellas”, señala Jeannes.

Por eso, asegura, no cree que con Corredor tengan que enfrentar un nuevo proceso de judicialización del proyecto.

La firma espera ingresar un nuevo estudio de impacto ambiental mientras avanza en la fase de factibilidad del proyecto, lo que sucedería recién hacia 2017.

La mayor correa transportadora

Dentro de las sinergias que tendrá el nuevo proyecto es la construcción de una correa transportadora que permitirá mover el mineral desde El Morro, yacimiento ubicado a cuatro mil metros de altura, hacia Relincho, que está a dos mil metros de altura.

La correa será la mayor en extensión que exista en una faena minera chilena y, además, abastecerá de energía a la operación gracias al impulso que generará la caída de la roca por la pendiente de la colina. “La tecnología es la misma que se usa en una hidroeléctrica, donde la fuerza del agua mueve las turbinas. Acá es el peso de la roca bajando por la correa la que genera ese mismo efecto”, explica Lindsay, quien enfatiza que Teck es líder en el mundo en uso de las energías renovables.

Este tema no es menor, destaca Jeannes, porque “la energía en el área ha sido un desafío para todos”. Agrega que aún tienen que averiguar cómo se abastecerán de energía, aunque indica que la idea de interconexión de los sistemas eléctricos, que impulsa el gobierno y que debería estar operativo hacia 2018, es una buena noticia.

Además, el proyecto considera la construcción de un solo puerto y también se utilizará una sola planta desaladora, la que junto con abastecer las necesidades de agua de la faena minera, también podría proveer del recurso a la comunidad. “Es algo que tenemos que analizar cuando estemos haciendo el estudio de prefactibilidad”, explica Lindsay.

Como la decisión de inversión no la ven hasta entrado 2018, no les preocupa el comportamiento a la baja del precio de cobre, que el viernes cerró en US$ 2,31 la libra, promediando en el año una caída de 17%. “Ambos creemos en un precio del cobre más alto. Si analizamos los fundamentos del mercado, mirando la oferta y demanda a largo plazo, creemos que el cobre va a subir, por lo tanto, los US$ 2,30 en que se cotiza hoy la libra no refleja lo que el cobre debiera estar en el tiempo”, indica Jeannes.
Fuente: La Tercera/Carolina Pizarro Maureira

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