El Abra y TECHO-Chile finalizaron un año de intervención social con familias en situación de campamento

Más de 100 familias de los campamentos Quetena y Oasis San Gabriel en Calama festejan la ampliación de una sede comunitaria, la construcción de otra y la creación de una plaza de materiales reciclados

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Calama, 14 mayo del 2019.-

Hasta la sede comunitaria del campamento Quetena, en Calama, llegaron voluntarios de la organización TECHO-Chile para realizar el cierre de un proyecto de 12 meses, apoyado durante toda su ejecución por Minera El Abra, filial de Freeport-McMoran.

Rubén Funes, Presidente de Minera El Abra, enfatizó la mirada de sustentabilidad del proyecto. “Como empresa nos sumamos al programa, depositando la confianza en TECHO-Chile para que estas dos comunidades pudiesen trabajar temáticas sociales, culturales, de liderazgo, vinculación y empoderamiento que permitiera entregar capacidades y herramientas en la gente, estas son las que hacen sustentable una intervención de este tipo y cuyo principal propósito es el de mejorar su calidad de vida”.

Entre las principales actividades del proyecto destacan la construcción de una eco-plaza, una sede comunitaria, ampliación de otra sede, la instalación de luminarias solares y una serie de capacitaciones para las 115 familias de los campamentos Quetena y Oasis San Gabriel.

Claudio Ramírez, Presidente de la Comunidad de Quetena, destacó el proceso de trabajo conjunto de Minera El Abra y Techo-Chile. “No tengo palabras para expresar mi agradecimiento. Estamos a cinco, siete kilómetros de la ciudad y carecemos de sus privilegios. Esto nos ayuda mucho, hablamos de un parque, una cancha, ampliación de la sede, baños. Nos reconforta para luchar y seguir trabajando. Tenemos 120 niños y es importante que ellos tengan sus espacios”, precisó.

Sobre el proyecto, que surgió a partir de un diagnóstico comunitario entre los pobladores y voluntarios, la directora regional de TECHO-Chile en Antofagasta,

Mariana Barbosa, señaló que “proyectos como éste permiten generar mejores oportunidades para las familias que viven hoy sin tener acceso a una vivienda adecuada, permitiendo mejorar su calidad de vida en temáticas urgentes y reforzando la organización comunitaria. Aún queda mucho por hacer para que Calama sea una ciudad justa y este tipo de proyectos permite impulsar los cambios necesarios.”

Hader Nieto Rentería, directivo de la comunidad de San Gabriel, comentó que en el sector son personas de escasos recursos, pero “en las capacitaciones nos enseñaron a tener una mentalidad de liderazgo, saber presentar un proyecto y trabajar por nuestras necesidades básicas, como electricidad, agua, caminos. No tenemos furgón escolar para los niños, pero con las otras comunidades nos damos una mano para llevarlos a la escuela”, enfatizó.

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