Venta de Chilquinta bordearía los US$1.000 millones y surgen los primeros interesados

La norteamericana Sempra encargó el proceso al Bank of America Merril Lynch, en un paquete que también incluye activos en Perú (Luz del Sur). En total, la operación rondaría los US$ 3.000 millones.

Con celeridad avanza la venta de Chilquinta, luego que hace unas semanas su controladora, la compañía estadounidense Sempra, anunciara la venta de sus activos de distribución, transmisión y generación de electricidad en Sudamérica, y que incluyen a Chile y Perú.

En el caso de sus activos en territorio local, fuentes del mercado apuntan a que se tratará de un proceso de alta competitividad. De hecho, ya existen varias empresas trabajando con sus equipos de asesores para presentar ofertas por la tercera concesionaria de distribución eléctrica del país, tras Enel y CGE.

Y si bien el plan consideraría desprenderse de todo el negocio regional, se estima que el deal llegaría a US$ 1.000 millones en el caso de los activos en Chile, donde al cierre de 2017 contaban con unos 703 mil clientes regulados en la Región de Valparaíso y en zonas rurales del Maule.

Respecto al valor que se ha socializado en la industria para Chilquinta, este se sustenta en la actividad de abastecimiento regulado y en la participación que tienen en el segmento de transmisión, ya sea en forma directa -tras la reciente compra de las líneas de AES Gener- e indirecta, a través de Eletrans, el joint venture que tienen con Saesa.

A esto se suma el crecimiento que ha proyectado la propia compañía ante el Coordinador Eléctrico, que considera un alza de 3% de la demanda para este ejercicio y 2,8% a partir de 2020.

Competidores

Sobre las opciones de venta existen distintos escenarios. Podrían llegar ofertas por el paquete completo -incluyendo Chile y Perú-, u opciones distintas para cada país. Será el directorio de Sempra, junto a sus asesores, el que defina el camino a seguir.

Entre los interesados, candidata natural es la italiana Enel, segundo mayor actor en la distribución eléctrica medido por número de clientes. Altas fuentes de esta compañía confirman su interés en participar, aseguran que muy probablemente elaborarán una oferta por Chilquinta y que la apuesta será agresiva.

Sin embargo, resta aclarar si con esta operación la italiana podría llegar a un nivel de concentración que pudiera ser objetado por los organismos de libre competencia. Más que por la participación que ya tienen en este segmento -donde ya cuentan con 1,8 millones de clientes-, por la presencia que ya tienen en generación de electricidad y la que adquirirían en transmisión si se concretara la operación. “Desde el punto de vista de la libre competencia, el fiscalizador podría estimar que dejar seguir creciendo a Enel puede tener sus riesgos”, comenta un abogado especialista.

En Lima, Enel ya cuenta con una cantidad similar de clientes, por lo que sumar los más de 4,5 millones de Luz del Sur, la mayor concesionaria de ese país, la dejaría expuesta ante cualquier eventualidad.

Caso contrario es el de CGE, ya que -según fuentes conocedoras- el negocio de Sempra en Perú calzaría con las intenciones de la española Naturgy de crecer en la región, donde a través de esta filial, además de Chile, cuenta con operaciones también en Argentina, lugares donde atienden a 2,9 millones y 986 mil clientes, respectivamente.

Se espera que sea mayor la cantidad de interesados en el proceso de venta, en el que también participarían fondos de inversión e infraestructura extranjeros.

Los plazos

Respecto a los próximos pasos del proceso, para el viernes 22 está estipulado que el directorio de Chilquinta apruebe el procedimiento de venta y la enajenación sea formalizada, aunque en la práctica el proceso ya está en marcha. Bank of America (BofA) Merril Lynch recibió el mandato para la venta y se proyecta que las ofertas vinculantes se presenten hacia mediados de año para cerrar el proceso durante el último trimestre, como señaló Sempra a fines de enero.

De concretarse la operación, se dará cierre a 20 años de participación de la compañía norteamericana, que hizo su arribo en 1999, cuando junto a PSEG Global pagaron US$ 560 millones por el 99% de Chilquinta al grupo Almendral, ligado a la familia Hurtado Vicuña. Posteriormente, en 2011, Sempra se hizo con la totalidad de Chilquinta, tras pagar US$ 875 millones, que resultaron de la valuación en US$ 490 millones de activos en Chile y en US$ 385 millones en Perú.

 

FUENTE REVISTAEI

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