Mujeres que escogen especialidad industrial en liceos técnicos tienen más dificultades en desempeño profesional

Más de 155 mil jóvenes estudian en liceos de formación técnico-profesional (TP) en Chile. La cifra representa más de un tercio de todos los alumnos que hay en tercero y cuarto medio actualmente.

Y aunque el sistema permite que todos puedan acceder a las diferentes especialidades sin distinción, la baja presencia femenina en áreas como construcción, metalmecánica, electricidad y minería sigue siendo una tendencia.

De hecho, según un estudio de la U. Alberto Hurtado, las mujeres representan un 16% de la matrícula en estas especialidades, mientras que en las áreas asociadas a servicios (alimentación, turismo, salud y educación) su presencia alcanza el 79%.

María Paola Sevilla, investigadora de la Facultad de Educación de la UAH a cargo del análisis, plantea que uno de los problemas de esto es que reproduciría las brechas de ingreso entre hombres y mujeres. «Hay muy pocas que están en el área industrial, que generalmente está asociada a mejores retornos salariales y mejores proyecciones».

Pero el conflicto no se queda solo en los liceos. Según Sevilla, en el paso a la educación superior la mayoría de las mujeres abandona las «especialidades tradicionalmente masculinas y retoma las trayectorias formativas típicas femeninas, asociadas a servicios». De hecho, solo un 37% de las mujeres se mantiene en las áreas industriales «duras».

Esto se podría explicar, en parte, por la dificultad que tienen las alumnas de estas especialidades para realizar sus prácticas profesionales.

Según el estudio, las empresas prefieren a los hombres, por lo que los liceos deben realizar esfuerzos adicionales para las alumnas. Sevilla detalla que «las estudiantes en este tipo de especialidades pueden tener una tasa de realización de práctica hasta un 20% menor, y eso es mucho».

Relegadas

Aunque las investigaciones previas apuntaron a ambientes hostiles para las mujeres en estos espacios, Sevilla indica que hoy el escenario es otro: «Las tratan bien, las cuidan». Para ella, dicha situación revela un «sexismo benevolente, que piensa que las mujeres son maravillosas, pero débiles, por lo que hay que cuidarlas». Al respecto, uno de los docentes entrevistado para el informe señaló: «Yo les doy preferencia en algunos casos, porque son damas».

Así, las alumnas son relegadas a cumplir ciertas tareas, lo que reduce sus oportunidades de aprendizaje.

Según Macarena García, investigadora del Centro de Justicia Educacional de la UC, es necesaria una intervención al modelo educativo de los liceos técnico-profesionales, que contemple «la formación en género para los docentes de las especializaciones, para que no reproduzcan roles de género ni continúen esa segregación de tareas».

Otra propuesta que es abordada por Sevilla se refiere a la creación de cuotas que garanticen cupos para mujeres en estas especialidades.

Desde el Mineduc reconocen la existencia de «estereotipos de género que restringen las opciones de las alumnas», por lo que, aseguran, tomarán los resultados del estudio para «contar con insumos para la elaboración de políticas públicas para ampliar las perspectivas vocacionales de las estudiantes».

Para García, el momento es idóneo para implementar propuestas que vayan en la línea de disminuir las brechas de género. «Vemos, como nunca antes, a las mujeres buscando un lugar en espacios considerados tradicionalmente masculinos, lo que, naturalmente, no se traducirá solamente en una ganancia para ellas, sino también para los varones», señala.

155 mil
Jóvenes estudian en liceos técnico profesionales.

16%
de las mujeres se matriculan en áreas industriales.

 

«Muy pocas mujeres entran a las especialidades industriales, y las que entran se dan el camino de vuelta a Enfermería o Párvulos».
MARÍA PAOLA SEVILLA
INVESTIGADORA FACULTAD DE EDUCACIÓN U. ALBERTO HURTADO

«Este es un momento clave para poder abordar políticas en educación en relación con el género, porque estamos más sensibilizados que nunca ante lo dañina que es la ideología de géneros opuestos».
MACARENA GARCÍA
INVESTIGADORA CENTRO DE JUSTICIA EDUCACIONAL UC

(ElMercurio)

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