El gerente general de Mina Invierno, Sebastián Gil, anunció que la empresa presentó una reclamación para que se evalúe nuevamente el tema de las tronaduras, argumentando que los votos de rechazo no fueron debidamente fundamentados por los integrantes de la Comisión de Evaluación Ambiental, y no respondieron a los argumentos técnicos y ambientales incluidos en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA).

Lo anterior, porque en el Informe Consolidado de la Evaluación se señala que el proyecto cumple con la normativa y con los requisitos de carácter ambiental necesarios.

En este contexto, las autoridades del nuevo gobierno serán las encargadas de tomar la decisión, que según indicó el gerente general, Sebastián Gil, definirá el futuro de Mina Invierno. “Sin tronaduras no podemos operar mas allá de dos años”, indicó el directivo, anunciando que existirá una pérdida de mil puestos de trabajo, el término de contratos por US$20 millones al año con 50 proveedores regionales, además de pérdidas de aportes al fisco (US$1.5 millones / año de Royalties a Corfo; y US$0.7 millones/año a Municipios de Río Verde y Punta Arenas).

“Rechazar el uso de tronaduras genera un precedente que podría condicionar gravemente el desarrollo de la minería en Chile”, agregó Gil.

El gerente general aseguró que la profundidad con la que se hizo la evaluación de las tronaduras no tiene precedentes a nivel nacional. “Es la mas profunda que se ha realizado, con metodologías nuevas que no se habían utilizado en la industria nacional, por ejemplo, para evaluar ruidos y vibraciones. Es una evaluación que desde el punto de vista de profundidad no tiene comparación”, puntualizó.

Gil está confiado en que las nuevas autoridades aprobarán la iniciativa. De ser así, los activistas ambientales podrían recurrir a una última instancia: el Tribunal Ambiental.( El Magallanico)