Al costado norte de Isla Riesco, a dos horas de Punta Arenas, cruzando el canal Fitz Roy y frente al Seno Skyring se encuentran los restos de lo que fue el mayor asentamiento minero de la Patagonia chilena: Mina Elena.

Este lugar tuvo su mayor auge economico entre los años 1925 a 1953, alcanzando una productividad récord de 100 mil toneladas, el año 1943, cuando el mundo se encontraba en plena Segunda Guerra Mundial.

En 1918, el ingeniero noruego Ove Gude descubrió un manto carbonífero de buena calidad, lo que dio el inicio a la explotación de Mina Elena. Con el paso del tiempo, este asentamiento llegó a tener una población de más de 800 personas, con una pequeña escuela que impartía sólo educación básica, por lo cual los pocos jovenes que seguían la enseñanza media debían obligatoriamente viajar a Punta Arenas.

Durante la  administración de  Arturo Solo de Zaldívar,  Mina Elena fue el primer poblado de la Patagonia en contar con luz eléctrica.

Hoy sólo es un recuerdo a orilla de del mar, frente a los restos de lo que fuera el puerto de carga de la mina y lo único que queda de este asentamiento es una oxidada caldera, la chimenea de la casa del administrador  que se quemó hace ya varios años y un letrero que recuerda a los pocos ex habitantes que aún viven en la zona, que por muchos años ese fue su hogar.

( El Pinguino)